viernes, 21 de noviembre de 2014

Eva y Adán





No soportaba el lastre de mis zapatos
cuando apareciste dispuesta a cerrar un trato
que sorprendió a mi mánager, a mi nariz,
a mi pelo, al coágulo de sangre de mi cicatriz,
al cielo de mercurio recostado sobre mi gato
siamés y hasta a mi harapiento aspecto de nitrato
anfetamínico embutido en ese ligero tapiz
de crudo arlequín absurdo por desacato.



Licencia Creative Commons
El Yugo Eléctrico de Alicia se encuentra bajo una LicenciaCreative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 España.