-¿Qué tal el cole, hijo?
-Muy bien, mamá. Ya sabes, como siempre.
-Fíjate, que me pareció haberte visto esta mañana cuando fui
al súper, comprando una botella de ron miel.
-¡Pues no, que era un tintito con gaseosa!
-Ah, bueno, me había asustado. Eso lo explica todo. ¿Te han
dado la nota del examen de ayer?
-Sí, mami. Un 3’25. Hay que ver, con lo que había estudiado…
No es justo.
-No, hijo, desde luego que no. Creo que a este ritmo vas a
tener que pasarte al ron miel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario