viernes, 28 de febrero de 2014

¡Andaluces, uníos!




Andaluces, uníos
en este escalofrío
a encender el Sur.

Andaluces, uníos
para alumbrar 
el corazón de los hombres.


jueves, 27 de febrero de 2014

600 partidos bajo el hospicio del Ilmo. Sr. Florentino Pérez.




Gracias padre por tu esfuerzo y bondad.

Gracias por tu ejemplo clarividente.

Gracias por venir al mundo y hacernos felices.



ViLAforismo #6




Todo delantero centro
acaba peleándose con los centrales...



La BBC madridista.



Ciclogénesis de fútbol
por la BBC madridista...



ViLAforismo #3





Lo poético
no quita lo cantautor.
Lo patético
es hacerlo sin candor.

Lucero del alma nuestra, espéranos en el cielo.




Lucero del alma,
en la hora definitiva 
que despunte el alba
entréganos esquiva
tus lágrimas de llama
sobre la horadada  esquirla
del vientre de una guitarra
gaditana quebradiza
en la lluvia flameada
que enciende 
el duende
de llanto
el canto 
de Algeciras.

lunes, 24 de febrero de 2014

Supervivir.





A pesar de que seamos ajusticiados por la espalda
y nos esperen 
con balas hechas de arreglos dentales nuestros,
juremos con gloria supervivir
sobre la tumba de la posteridad.

Tus labios menores (II)


Miénteme en tus verdades
para rendirnos al abismo
y exponer a la bestia
la dignidad de nuestro amor Satánico.

Depravado por la lujuria,
la inflexión del sexo sado
y tu recuerdo anal.

Acunado por un vientre materno
de penitencia sietemesina,
confesado en tu primer trauma.

Imponente bajo tus nalgas
desde el secreto de tu vicio
hasta el dulzón de tu saliva.

Manoseado entre bragas
como un lienzo privado
que se escurre entre mil caras.

Arrullado por la saciedad
del esperpento social
en mi miembro de cera.

Insaciable expiado
por la purga de sus venas,
en tus inmorales entretelas.

Preséntate amada mía a Satanás, 
como un émulo de sacrificios
y placeres sobre el crucifijo.

Para que luego tú
eduques mi decoro materno,
cuando llegue a ser el malo de esta película.

domingo, 23 de febrero de 2014

Plegaria nocturna


Demos las gracias, pues si hoy no aprendimos mucho, al menos aprendimos un poco, y si no aprendimos un poco, al menos no enfermamos, y si enfermamos, al menos no morimos, y si morimos, al menos hemos vivido cambios importantes, y si no ha habido cambios trascendentales, al menos no aprendimos mucho; demos las gracias pues.

sábado, 22 de febrero de 2014

viernes, 21 de febrero de 2014

El tercer intento (II)


La emperatriz de Bizanco - He encontrado algo mejor que hacer en lugar de estar contigo.
León IV - Entonces cierra la puerta y lárgate.
La emperatriz de Bizanco - Eres un imbécil cretino demasiado alejado de los convencionalismos, tan perdido en tu cielo de egolatría, que has perdido la metacognición que tanto te unía a mí.
León IV- Tú ya no apareces en mis pensamientos. Ni siquiera apareces en esta ciudad. Es probable que hoy salgan dos putas a trabajar la noche.
La emperatriz de Bizanco - ¿Pero qué dices? ¿Desde cuándo piensas eso?
León IV - Dos horas antes de venir a suplicarte. Pero de eso ya hablaremos después. Dime, ¿a quién te has follado últimamente?
La emperatriz de Bizanco No te hagas el duro. Siempre serás el chico tierno de experiencias herbolarias y olor a naftalina que tanto le gustaba a mi madre.
León IV - Pues explícame dónde voy a meter tu maldito cadáver.

Febrerillo el loco.





Hay que volver a casa
cuando el vino del viaje se avinagra...

domingo, 16 de febrero de 2014

El tercer intento


León IV- He tenido una mala salida. 
La emperatriz de Bizanco - ¿Cómo te sientes?
León IV- Destrozado
La emperatriz de Bizanco - ¿Por la noche?
León IV- Por ti.
La emperatriz de Bizanco - Entonces, no sé que puedo hacer.
León IV- Sólo espero que los cilindros de gas no nos exploten mientras dormimos.
La emperatriz de Bizanco - Tú dormirás sólo.
León IV- Eres un producto totalmente natural, de veneno puro.
La emperatriz de Bizanco - Tú ya no eres ni un peligro.
León IV- Soy tan egoísta que anhelo las noches de cenizas que me diste.
La emperatriz de Bizanco - Eres ridículo, realmente no quiero seguir contigo.
León IV- Creo que sería buena idea introducir ahora mismo el gas extra por si acaso tenemos que elevarnos a prisa.

Por qué hemos vivido por encima de nuestras posibilidades (y II)


“Vivir por encima de las propias posibilidades” es, al igual que muchas otras fórmulas pegadizas, una contradicción aparente. ¿Cómo puede ser posible vivir “más allá de las posibilidades”? Si lo hemos conseguido, entonces estaba en nuestras posibilidades. Si no lo hemos conseguido, la frase es falsa.

La única forma de entenderla es presuponiendo que esas posibilidades se han redefinido: lo que era asequible en 2004 no lo es en 2014 y, como más o menos se trata de las mismas personas, se puede predicar de ellas que vivieron entonces por encima de sus posibilidades de ahora. Una soberbia perogrullada, vamos.

Da igual. Ni los datos ni los argumentos importan demasiado en estas cuestiones. De hecho, nos molesta que otros luchen por nosotros, que testimonien que no nos lo hemos pasado tan chupi.  Estamos mejor así. Pensar que “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades” es un consuelo metafísico que resiste cualquier demostración. Persiste a cualquier deslavado de cerebro posible, se mantiene tras cinco semanas sin ver las noticias, tras tres horas sin mirar el facebook.

¿Por qué es imborrable? 
Porque pensar que nosotros y nuestro primo somos el enemigo jurado de una crisis financiera internacional no es sólo una explicación simplona para evitar reflexionar más en profundidad sobre una complejísima tesitura socioeconómica, es algo más: una necesidad ética.

Es la creencia de que existe la justicia en el mundo. Es la urgencia de dar por sentado que todas estas desgracias que nos han caído encima, el paro, los recortes, las pésimas condiciones de trabajo, el autoritarismo creciente del Estado, el desengaño político, la desilusión ciudadana, el sufrimiento y la apatía generalizados no son fruto de un capricho, de un golpe de suerte, de unas cuantas avaricias.

Quien cree que todos, banqueros e inmigrantes, mileuristas e industriales, hackers y campesinos, “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades” no es necesariamente, como algunos denuncian, un nihilista, un carca, un pasota, un conformista. Es alguien que se rebela ante el dolor innecesario, ante una vileza inconmensurable, ante una perversidad sin límites: alguien que opone su conciencia a la miseria.

“Lo que sucede arriba, sucede abajo”; “todo efecto tiene su causa”, “lo que Dios da, Dios lo quita”, “todo lo que sube tiene que bajar”, y, por consiguiente, “tanto sufrimiento no puede ser una casualidad”.

Y ahí tienen razón: no es precisamente una casualidad.

Pero de eso hablaremos otro día.




Inmortal y trilce.




Los hexagonales ecos te persiguen.
En diagonales transoceánicos discurres
esquivando los laureles que consigues.


Tu espíritu será inmortal 
y fundará muchas almas.

Subvertir la estética (I)





   Habrá que subvertir la estética e intervenir en las menudeces del día a día. 

  Habrá que sacudir el polvo y abrir los ventanales para airear la casa.

   Habrá que cerrar los libros y bajar a ver el fútbol con amigos del equipo rival.

   Habrá que pensar en el prójimo y olvidar la íntima actividad del misántropo.

   Habrá que hacerse el tonto más de la cuenta y pagar al contado la afrenta de estar vivo.   

   Habrá que despedirse elegantemente de las chicas y saludar con devoción a la única dama.

   Habrá que madrugar los lunes y anestesiar la noche interminable galopando insomnio.

   Habrá que renunciar a la vida de bohemio y refundar la coraza sin sacrificar al ser.

viernes, 14 de febrero de 2014

Conspirar contra el sol.






Fue una estupidez
perder el tiempo
intentado conspirar contra el sol...

Morir a tus pies.





Sería tan delicioso
morir a tus pies...



AM


Le flipaba
andar a horcajadas
de la cama a la nevera
y chocolotear la cama
mientras tarareaba 'Locura transitoria'...

jueves, 13 de febrero de 2014

miércoles, 12 de febrero de 2014

Ex-changes (VI)



Los días son de niebla densa. Escucho a Nacho, Lou, Cohen y algo de Chavela. Reconozco que soy mayor para sustos aunque esta vez me he cagado. Ahora veo la chispa de vida que nos hace invulnerables. Tuve la fe o la intuición de ser el bufón de la corte. En un acto por salvar mis cenizas, traté de esconder mi optimismo por un momento. Es hora de volver a empezar. Me he propuesto beber el veneno de la farsa punzante que huye de ti. Quiero ser como tú, alcanzar tus pasos en paralelo y dejarme llevar. Serás mi modelo, mi alter-ego, donde el destino me tendrá acorralado por decreto de potencias supremas. Hoy serás mi religión, mi huida o el canal que desemboca en el mar. Aliviaremos la sed de todas las criaturas de la tierra. Como en los viejos tiempos nosotros reclamaremos la  noche. Hoy me vestiré con cualquier patraña que suene bien. Hoy seremos dos putas en la esquina.

Ex-changes (V)


Estaba desnuda,
exhibiendo sus imponentes pechos
desencajando los huesos de mis entrañas,
empapada con mi jugo primario,
con las sábanas mojadas
y la cama desecha.
Justo alguien pidió tiempo muerto y me retiraron del campo.

Ex-changes (IV)


Tu recuerdo, 
a veces dulce
a veces amargo,
acaricia los infinitos espacios
entre la tinta negra.

martes, 11 de febrero de 2014

Por qué hemos vivido por encima de nuestras posibilidades (I)






Se escucha repetir en las universidades, en los parques, en las cafeterías, en la cola del súper… Lo susurran los ancianos, lo gruñe el televisor, lo cacarean los niños, lo maqueta el periódico, lo disertan las comadres. Un fantasma recorre Europa. Es inmaterial, es ingrávido, es inmortal: es una idea. Y dice así:

“Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”


Lo estamos pasando mal, pero todo tiene su explicación. La cosa no tiene remedio, porque nos lo tenemos merecido.  Estamos con el agua hasta el cuello, pero nos consuela contemplar una gota de resignación.
¡Qué pillines que hemos sido!

En España se ha derrochado. En España se ha despilfarrado. En España se ha desperdiciado: nuestras posibilidades vivían en un segundo piso, y nosotros alquilamos un quinto. Y que eso fuera así, nadie lo está negando, pero ¿adivina el lector qué país tenía, antes de la crisis, el presupuesto más bajo en materia social por habitante de la Unión Europea? Venga, una pista: acaba en “-aña” y no es Gran Bretaña. [1]

A ver, ¿quién fue aquí el pillo que vivió por encima de sus posibilidades? ¡Que levante la mano! ¿Serán los halcones de cierto aeropuerto, por no mencionar algunos rostros un poco más conocidos (aunque de rasgos tanto o más aguileños)?

La cosa no podía seguir así. No podíamos seguir “viviendo por encima de nuestras posibilidades”, y la culpa de todo la tenía ese dinero público que habíamos “derrochado” en “asuntos sociales”, tanto es así que al inicio de la crisis nuestra deuda pública era inferior a la media europea y el Estado se encontraba en superávit, situación que empleaba en que nuestros gastos sociales fueran los menos elevados por habitante de la Unión Europea.

¿Cuál es la solución?

Un plan de recortes inspirado en el neoliberalismo de la era Reagan, esa época gloriosa cuya estrategia económica consistía en la promesa de bajar el gasto público y bajar los impuestos. En la práctica, logró subir el gasto público, desviándolo de lo social a lo militar y manteniendo un programa de ayuda automática hacia los gobiernos locales y estatales cuya eliminación fue fatal para la recién recuperada economía, y…. sí, subir los impuestos, más que ningún otro presidente norteamericano en tiempos de paz. ¿A quién? A los pobres. [2]

Si esa es la solución, si a él le fue tan bien “bajando” el gasto público y “bajando” los impuestos, ¿por qué a nosotros no nos iba a “funcionar” lo “mismo”?

Ese fue el complejo razonamiento que nos invitó a elaborar nuestros planes de recortes. Pero, como no nos dimos cuenta de la farsa, esta vez de verdad. Y así nos va.

Ex-changes (III)


Se desvanece
ornato de mi cegera,
la alusión de tu recuerdo
en otra noche sin astros
con pavesas
que incineraron el sol

Tan ingentes,
que duermen la ciudad
a mis ojos de fósforo

lunes, 10 de febrero de 2014

Ex-changes (II)



Tu recuerdo tan fuerte y tan dulce, acariciando los infinitos espacios de tinta blanca.
Desocupada, como un turista sin destino, como un soldado perdido, 
conmigo hiciste una excepción.
Aún no sé si fue tan sólo por eso.


jueves, 6 de febrero de 2014

Consejos para liberar al siervo mundano.




  Olvida todo lo que te enseñaron en la escuela y empieza a pensar con las tripas. En definitiva, todo lo que merece la pena verdaderamente está presente en tus instintos desde el día de tu nacimiento.

  Esquiva cicatrices y obvia heridas por hacer porque estás libre de culpa y todo arrepentimiento es señal de pureza moral cuando la procesión va por dentro. En consecuencia, date la absolución para con tus faltas y, con insolencia, sortea los pecados recurrentes sirviéndote de garra y entereza.

  Criba los recodos del camino y otórgate los rescoldos del desafío cósmico que en la Tierra han sido. Entonces, y sólo entonces, serás  bello en razones para predicar con tu ejemplo, revelar la palabra que te fue dada, otorgar el perdón divino y hacer de ese modo cósmico realidad tangible tu destino.


¡Escupe a la cara del traidor!





   Voy a quitarte un peso de encima diciéndote aquello que te repites en soledad y furioso y que nadie de tu entorno ratificaría ante un amigo:

Todos son unos miserables vendidos al sistema.
Todos  son unos lameculos rendidos a un líder necio que les explota.
Todos son unos cobardes que disfrutan la mediocridad de sus vidas.
Todos son sordomudos ante las injusticias más aberrantes.
Todos son unos mercenarios al servicio de la razón pura.


  Bien, una vez despejado el terreno y allanado el camino, ahora te digo: tú no tienes porque terminar así si tu espíritu es firme y noble para con los quehaceres de la vida elevada; para ti, amigo desconocido, aún existe la esperanza de ejercer un magisterio prolijo y fraternal para con la liberación del individuo celeste.



Por la escuadra.





  Tu cerebro es una explosión en combustión permanente. El metal se grava y el alcohol fermentado se estila. Y, en fila, nuestros sentimientos cicatrizan los gravámenes  que nos imponen por amarnos sin posesión ni vanidad.

  Te sienta bien ese fino abrigo permeable de plástico que finge ser cuero. Hace juego con tu pelo azabache. Y ese rímel azul petróleo acentúa tus poderosas pupilas. Sí, damisela, esta noche luces fractal. Cuela que voy pasado y no sé disimular las ganas que te tengo. O se me apagan las pilas o me lanzo a devorarte el cuello o me largas. O me vengo abajo o la libido se apodera del lívido drácula dragoniano que llevo dentro. O te entro o me espabilas. Ni siquiera quisiera pensar en tus erectos pezones lilas. O nos escracheamos e incendiamos el piso o alguno de los dos asumirá el rol de Burroughs con Joan Vollmer.

  Te mueves con agilidad hacia la puerta y noto que se aproxima una tormenta. Yo podría sujetar las velas y tú probar a encharcar a este golfo de sombras.

   Venga, morena, necesitamos un gol y resolvemos la prórroga.

   Nena, ni tú eres Courtney Love ni yo Kurt Cobain pero los dos conformamos un buen error.

  

Desalmado de cintura para abajo.





Suena Take it whit me
y es desconsoladamente triste añorarte dulcemente.

Son las 4:54 am
y Argüelles amanecerá en chiribitas
y ningún verso pasará la criba
para tu oído sediento.


Siento no ser George Harrison. 

La limpieza del caballero oscuro.





Siempre 
hay una coartada en la tormenta
para un ajuste de cuentas
con la autoridad competente.

Siempre 
hay que limpiar, sentenciosamente,
 las calles de delincuentes

Temeridad.




  Uno no planea lo que va a hacer en demasía. Debería, pero no. Convendría concertar órdenes y planos pero, ufano, cree que éstos limitan el guión trazado de su destino inquebrantable. Podría llegar a ser inquietable romper lo inmutable para la razón del ser. Tal herejía violaría su corazón ligero y férreo a compromisos elevados.

  Uno atiende lo inmediato porque en la velocidad decimal del tiempo presente nos distrae regiamente hasta el agujero negro consciente. Retorcería hasta el concatémero si disimulara su termómetro vital. Conquistaría La Isla Grande de Tierra del Fuego o preferiría naufragar en los mares del sur o estrellarse con el vuelo 815 de Oceanic.

  Uno pretende deshacerse de compromisos y obligaciones escuchando Chocolate Jesus. Uno se hace de rastrojos y enfisemas. Uno se arroja al vacío con los ojos rojos de seguridad kamikaze. Uno vino al mundo para montar una banda de rock y perderse por las autopistas del  alzheimer.

Integridad.




  Como una pena en silencio la muleta busca su sitio aupada por la espada y la urgencia. Espera poder brindar un instante de eternidad entre la celeridad del nervio y la ausencia de materia tangible sobre el capote de torero.

  Así, el tendido será un hospicio rendido al hijo pródigo que, desprolijo, aupó a la gloria la luz de candil fulgurante que es el corazón del pueblo. Éste, soberano por libre y sensible al arte penitente, dará cobijo a su héroe proscrito frente al escoria reglada que, ferozmente, lo acusa de peregrino o asesino.

  Despacio, libre por absuelto, coronará su adalid con los amuletos egregios que sus amantes donarán. De perfil al espacio, el tiempo del matador sicomágico se reafirma escurriéndose por la esgrima de la rima.

¡Que os peten!





Respetuosamente, 
sin que sirva de precedente:

Lameculos de la autoridad competente
¡que os peten!

El dinero para el roquero-torero.





  Cualquiera que poronga mi corazón atiende las plegarias del apagón de locura y ambición que me acompaña, mortalmente, desde que vine al mundo. Desde que me abrí paso por las dehesas de hormigón aprendí que hay demasiados borregos enfilados como hormigas diligentemente torpes.

   Ya en mi más tierna infancia diversas controversias internas para con los feroces agentes externos del averno me inculcaron cierta misantropía hacia el pueblo y sus modas. Por ahí, sentimentalmente hablando, subyace una evidente fobia paternofilial para con el compromiso grupal que emana el caprichoso destino de los hombre-masa.

   Para esos desmanes filiformes que pululan por la rúa únicamente mi púa dorada los puede barrer del mapa consciente. Por ello, los medallones afros de Prince son el ágape infante para con el sueño latente. Con ellos mis cabellos se encrespan y la profecía se autocumple. 

6 de febrero del '14

  


  Si lo mejor del amor son las reconciliaciones, lo mejor del fútbol son los goles. Y, bien, tal afirmación categórica, se reduce, por ende, en un axioma facilón con altos vuelos de verosimilitud.

  Hoy por hoy, quizá el rock sea cuestión de actitud por falta de rectitud moral y física de quien se cuelga al ciclón. Hoy por hoy, quizá el alcohol sea la droga más consumida porque la sociedad es sumisa y presumida en la tontez más hortera.

  Cualquiera que ponga atención al susurro quedo de Tom Waits en Lullaby sabe que escurro el bulto de la razón pura si la primavera madura este invierno de averno y desventura. 

lunes, 3 de febrero de 2014

La sexta bala (II)


Cuando la lluvia extienda la sangre
como regueros de últimos suspiros
y el flujo de tu órgano germinal
soliviante los placeres de la muerte.

O aquel terror que culmina
en la escalera del vertigo
como un tallo vibrante.

Inestable,
libertina de auroras rojas
y barrios con clase.

Tú, desaliñada, enferma
te preguntarás por las balas
de la recamara del óbito.

Recurriendo entre el pánico
del miedo escénico,
a un puñado de "tranquis"
que te lleve bien lejos.

La sexta bala (I)


La horca y el estrangulamiento son las dos principales garantías contra la venganza de los muertos, cuando el dispersante y caótico movimiento nocturno acecha las sombras sobre nuestro cráter. Cuando el acantilado lo vemos tan cerca que el ángel de la guarda nos abandona a nuestra suerte. 
La soga es por lo tanto la única manera de seguir vivo, donde colgar a los malos y pedir la cabeza de los prófugos de la noche, que bucean con el temor de una presión que puede aplastar sus cabezas, a propósito de cualquier escritor y la finalidad de su universo novelístico.
Algunos nunca dudaron de la existencia de Dios ni tuvieron miedo a la muerte. Pues quieren llegar cadáver para volver a nacer como Omnipotentes.


domingo, 2 de febrero de 2014

Cuentos cuánticos, I: "El hombre más viejo del mundo"




"En las montañas del Himalaya vivía el hombre más viejo del mundo. Un gran señor, obsesionado con la idea de la muerte, preparó una expedición para ir a visitarle. Tras pasar por muchos peligros y perder a buena parte de sus hombres, consiguió llegar a su humilde choza.
-Oh, venerable anciano -dijo el aristócrata, haciendo una reverencia- ¿cuál es la clave de tu longevidad? ¿Cómo has conseguido vivir tantos siglos como cuentan?

-Es muy sencillo. Hace muchos años me propuse que nunca más iba a contradecir a nadie. Gracias a eso estoy ahora aquí.

-Pero, ¡eso no es posible!

-En efecto, ¡no es posible!"







Comentario:


Hay ciertos chistes, historias o poemas cuya lectura produce una sensación como de chispa, de fogonazo, una ruptura con el sentido común que da la impresión de que hemos captado un conocimiento importante difícil de trasladar a palabras. La reflexión posterior consigue a veces reconstruir esa sensación en términos racionales pero, si esa reflexión no tiene lugar, el cuento puede quedar sepultado en el inconsciente, sin haber invocado ningún efecto duradero, sólo unos instantes de lucidez perdida. 

En nuestra época, la que más lee de todas y la que peor lo hace, nos paramos cada vez menos a pensar sobre lo que nos pasa ante los ojos. Es por eso por lo que comienzo una serie de cuentos tradicionales muy queridos en la que me permito explicar por qué me gustan estos átomos imprevisibles, sin pretender monopolizar las interpretaciones. 

Lo más peculiar de esta historia, cuyo origen creo sufí, es la extraña respuesta del viejo a una pregunta que ha obtenido multitud de respuestas a lo largo de los siglos: "¿cómo prolongar nuestros días en la tierra". Él dice que extrae su energía vital de la promesa de nunca contradecir a nadie. Es decir, de la paz interior que provoca la ausencia de conflictos con sus semejantes, guiada tal vez por la comprensión intuitiva de que, en cierto sentido, todo el mundo tiene sus razones, y para cada cual son tan validas como para los otros las suyas. El sabio ha conseguido vivir más que los otros porque ha creado un modo de vida distinto, más pacífico y tranquilo, a diferencia de los que no osaron desviarse de lo que tienen aprendido. No obstante, la formulación de este pensamiento contraría al visitante. Aunque tal actitud sea beneficiosa para la salud emocional, nada indica que tenga repercusiones en la vida física. Al ligar su filosofía de vida con sus funciones vitales, el viejo está incurriendo en un absurdo. La excentricidad de las costumbres no puede afectar al cuerpo, a menos que eso de "tener una larga vida" sea una metáfora de "una vida feliz".

Salta al ruedo nuestro sentido común, que niega junto al visitante: "eso no es posible". Y, sorprendentemente, el viejo nos da la razón: "En efecto, no es posible". El intelecto ha refutado su absurdo, y él lo acepta alegremente. Así satisface al inquisidor y, al mismo tiempo, evita contradecir a alguien. Al negarla, cumple su promesa. Pese al ataque del intelecto, el viejo ha salido indemne: no contradice a los otros, a costa de contradecirse a sí mismo. ¿Qué es lo que sale reafirmado de esta maniobra?

No es el precepto de no contradecir a los demás, porque, aunque se sigue cumpliendo escrupulosamente, ha sido negado oficialmente por ambos personajes. Parece más bien que, si el anciano ha conseguido evitar los ataques frontales de la lógica, es porque posee un modo de vida en la periferia. Ha alcanzado una lógica propia, más allá de la contradicción aparente que surge del analizar el asunto con las anteojeras del intelecto. Esa lógica propia, fruto de su singular estilo de vida, genera paradojas cuando se enfrenta al sentido común de los demás, pero son paradojas satisfactorias para todas las partes.  Cuando alguien ha encontrado su propia forma de estar en el mundo, ya nada puede destruirlo.



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