sábado, 31 de agosto de 2013

Making-of (I): Kino Glaz...'Ad hominem'.

1º Blade Runner (1982) -Ridley Scott



2º Los 400 golpes (1959) - François Truffaut



3º Ciudadano Kane (1941) – Orson Welles



4º Viridiana (1961) – Luis Buñuel



5º Eva al desnudo (1950) - Joseph L. Mankiewicz




6º Los santos inocentes (1984) – Mario Camus




7º La historia oficial (1985) – Luis Puenzo



8º El cazador (1978) – Michael Cimino



9º Taxi driver (1976) – Martin Scorsese




10º La dolce vita (1960) – Federico Fellini


La Búsqueda #1


Vivir contigo
es peor que hacer una llamada perdida
cuando la mayor distancia
es igual que una ambulancia...

Kino Glaz ...'Ad hominem': Las 10 películas definitivas.

1º El Padrino II (1974) – Francis Ford Coppola.



2º Manhattan (1979) - Woody Allen.



3º El apartamento (1960) - Billy Wilder.



4º La escopeta nacional (1978) – García Berlanga.



5º Los siete samurais (1954) - Akira Kurosawa.



6º Al final de la escapada (1960) - Jean-Luc Godard.



7º La jungla de asfalto (1950) - John Huston.



8º Vértigo (1958) – Alfred Hitchcock.



9º Lost in translation (2003) –Sofia Coppola.




10º Big fish (2003) – Tim Burton.


Un amor real


Sólo
un chico y una muchachita
intentado cambiar el mundo...

martes, 27 de agosto de 2013

Lenguaje político


El Rey logró sofocar la incipiente rebelión sexual de sus sufridos pajes, víctimas de la soledad. Les prometió, por real decreto, pajas a todos. Se elevó un estruendo de aplausos callosos.

Meeting

Esto son un inglés, un francés, un alemán y un español.
Y el español va y dice:

-Mmmmmmm........ mmmmmmm...... mmmmmmmmm... mmmmm.... mmmm.... mmmm... mmm... mmm.. mmmmmmm... mmmm.... jelou.


Sabiduría bíblica


¿Por qué usar anticonceptivos si puedes matar al primogénito?

domingo, 25 de agosto de 2013

Cazador de ateos #1





Leo a idiotas todos los días: tardohipsters, púberos de goma y vírgenes veganas que se gustan de dar lecciones de civismo y modelos.

Vivimos en la nueva Edad Media. Es la muerte de la cultura. Basta con navegar por Internet y reparar que nadie tiene tiempo para escuchar un disco o ver una película.

Asumo que mi contradicción es irresoluble. Soy el cazador de ateos.


Con un par de...











¿Qué distingue al lince ibérico de otros?
¿Cuáles son los dos cuernos del torero?
Con bigote, ya tienes las tres culturas
Y sin él, los judíos quedan abajo.
Allá en su jodería, cubiertos.

Son patillas, pero patas insignes
De la mesa que sostiene el banquete,
De España, y con forma de una bota
La pisa de la uva nos prometen.
Son terreno ganado al que se afeita
Señal de bonhomía y de buen trato
Con patillas no hacen falta pastillas
Sin ellas no hay ni por dónde agarrarlos.

Pues parece que tienen mucha cara
Desconsolados las van sustituyendo
Por pitillos, putillas, pitorreo...
¡No, señor!
El nuestro, país de tanto calvo
(Mucho sol no es bueno para el pelo)
Necesita de algún modo compensarlo.



Cubatas, III


-¿Cuántos años hacen falta para cambiar una bombilla?

Cubatas, II


-¿Por qué no hay que fiarse de los redactores del Granma?
-Porque no saben hablar con propiedad.

sábado, 24 de agosto de 2013

viernes, 23 de agosto de 2013

#SupermanDixit (X)


Y si existiese 
para el héroe cansado
esa isla
donde retirarse
y poder descansar...

miércoles, 21 de agosto de 2013

Las tetas de la nueva pasionaria

No es que la revolución social sea el arte del tedio en el siglo XXI, es además una entrada cara al show. Digamos por ejemplo que hoy en día la revolución no tiene entidad germinal, que la revolución no asume estabilidad, orden ni principio, que por causas injustificadas nadie debe proclamar la revolución o que, y sirva de ejemplo, la revolución es un arma de doble filo.

Sin embargo, como todos sabemos, existen figuras claves en la historia cuya obra, miseria o valor estarán condenados a repetirse. Imagine a un nuevo Stalin, con un lado tremding, sembrando el caos en UGT… O a la pasionaria con una réflex y un bonito efecto digital de auténtica polaroid.

Las tetas de la nueva pasionaria no entienden de banderas.
Las tetas de la nueva pasionaria no pueden cantar himnos.
Las tetas de la nueva pasionaria no son firmes combatientes.
Las tetas de la nueva pasionaria no tiñen de rojo sus bisagras.
Las tetas de la nueva pasionaria no gritan el “No pasarán”.
Las tetas de la nueva pasionaria no son arnarcosocialistas.
Las tetas de la nueva pasionaria son de plástico.
Las tetas de la nueva pasionaria tienen muchas bocas.
Las tetas de la nueva pasionaria obedecen a infinidad de causas.
Las tetas de la nueva pasionaria son más bonitas que ninguna.
Las tetas de la nueva pasionaria mueven cada sábado a una majestuosa masa de hombres, con verdaderos
fundamentos obreros.
Las tetas de la nueva pasionaria sí son auténticas revolucionarias.


¿Estarán emigrando los monstruos?

Ya no hay quien pueda ver a Bubo. Ese gigantón de avanzada edad, peludo como ninguno y fiero cómo el que más, no tiene ya motivos para seguir en el oficio. Ha conocido tiempos mejores y no tiene intención ni juventud para afrontar el desenfreno en la caída tan drástica de su trabajo. Y eso que su oficio nunca ha sido una fuente de pepitas de oro.

Bubo está mayor, es una realidad. Ya lo aceptó a los cuarenta. Bubo, sin embargo se cree capaz de comerse el mundo cómo tantas veces lo ha hecho. Bubo es autónomo.

Bubo no quiere jubilarse. Está demasiado solo como para entrever la posibilidad de emprender un viaje derrotista con el imserso. Bubo es un tipo de acción. Así como lo es un corresponsal de guerra en la terminal de barajas. Bubo nunca ha viajado.

Todas las tardes, mientras devora una cantidad dramática de cafés y pastas, ojea los anuncios en la prensa local. La tarde transcurre entre esquelas y oportunidades de empleo. Se le ocurre que un buen país debería tener en sus periódicos bastantes más ofertas de trabajo que respetos a difuntos. Pero no es así. Además él es un auténtico monstruo.

Bubo ha pensado en emigrar. En Berlín aún existe el pánico. Aún hay escenarios de podredumbre dignos del romanticismo. Allí no se ha tocado fondo. Los teutones nadan a contracorriente mientras piensan cómo las pirañas les pueden arrancar sus extremidades andinas en el acto. Es probable que no sean más que unos afrancesados acongojados pero ofrecen trabajo fijo a todo aquel que pueda darles un buen susto.

Bubo también ha pensado en ahogarse en un gran lago con las lluvias del invierno.

En España el pánico no tiene sentido. Los niños reciben demasiadas hostias que no podrán recapitular. Aquí ya hay demasiados monstruos.

Bubo tiene dos opciones. O meterse a artista o meterse un tiro.




Encuentro


"Ven, ven" me dijo la libélula al borde de la flor
mientras se iba volando.


martes, 20 de agosto de 2013

lunes, 19 de agosto de 2013

Nombres ejemplares, I: San Martín Dumiense





San Martín Dumiense, o Martín de Dumio, fue un notable defensor de la verdadera fe. Nacido en Panonia en el siglo VI, peregrinó a Tierra Santa y acabó en Gallaecia, en tierra de suevos, enfrentado a un norte peninsular repleto de herejías. Era uno de esos tipos que buscaban ordenar el mundo y hacerlo comprensible, compatible con unos dogmas específicos, transparentes, sin posibilidad de error. Se dedicó pues al proselitismo profesional, sobre lo cual escribió uno de los primeros manuales, De Correctione Rusticorum, es decir, de cómo hacer para  meter en verea' a las poblaciones rurales, mucho más difíciles que las clases cultas, pues ni a razones atienden. Se opuso a que los días de la semana recordaran a los dioses romanos, pero fracasó en el intento*. Proponía para ello el modelo de la liturgia cristiana, lo que sí caló en la semana portuguesa, en la que los días se construyen con un número ordinal más la palabra "feira". Recopiló supersticiones, brujerías y cultos prohibidos y los denunció públicamente. Admirador de Séneca y obediente a la Prudencia, combatió el priscilianismo y el sincretismo cristiano-germano-pagano de la población humilde. Les dio a los monjes ciento diez reglas de ascética bajo el nombre de Setentiae Patrum Aegipteorum. Explicó el bautismo y la Pascua, registró la liturgia, el derecho canónico, los preceptos de la humildad, las cualidades de la Virtud, e incluso dio con la formula vitae honestae.

Un ser con las ideas claras, los pies en la tierra, la cabeza en las nubes y cada dogma en su sitio. Un mero instrumento de un orden cósmico que se manifestaba por él y legitimaba cada una de sus acciones. Para San Martín Dumiense, como para el resto de los de su quinta, todo tenía sentido. No se podía explicar bien, pues se revelarían dogmas de fe de difícil racionalidad detrás del artesonado, pero no importaba. Es más, se vanagloriaban de ello.

Todo se remitía a un principio fundamental e inmutable, Dios. Casualmente además, el Dios tal como se lo habían pintado de niño. No se planteaba las consecuencias de que la mayoría de seres humanos del mundo vivieran en pecado, al no haber nacido en tierras cristianas. Tampoco sacaba conclusiones del hecho de que creyeran en sus supersticiones paganas con el mismo fervor que él guardaba para su fe auténtica, y por las mismas razones. Valeroso, se atrevía a echarse el peso del mundo sobre los hombros y salía a la calle a convertir al infiel. Para él nada era casual. Si hubiera nacido en tierra de moros -pensaría si se lo cuestionara- él sería cristiano. Si hubiera nacido mujer allí, se negaría a llevar el burka, como dicen hoy algunas feministas. Si hubiera nacido pobre, votaría liberal. Al fin y al cabo, el lugar donde uno se encuentra es lo de menos, pues, como él mismo escribe, "¿Qué importa que no estés en la tierra donde viniste a la vida? Tu patria es el lugar donde has encontrado el bienestar, y la causa del bienestar no radica en el sitio donde se vive, sino dentro del hombre mismo."

Podemos aventurar que fue un gran erudito, un buen tipo, y uno bastante feliz, al que la vida recompensó colocándolo en plena era cristiana, lo que dio un fuerte sentido a sus pasos. Si hubiera nacido en el infierno post-industrial en el que algunos nos movemos, tal vez habría sido un neurótico, un nihilista, un anoréxico, una de esas criaturitas que no duran mucho. Le tocó la suerte de vivir en época de prodigios, leyendas, gestas y milagros, donde todo tenía sentido. Ni la geografía ni las religiones, ni las gastronomías de cada tierra, nada era arbitrario para ellos. Tampoco los nombres o el aspecto de la persona, que reflejaban la personalidad o el temperamento. No sabía el pobre hombre que, mil quinientos años más tarde, yo aún me estaría sonrojando al ser incapaz de hacerle justicia y encontrar un sentido trascendente a su apelativo más conocido: San Martín de Braga, Apóstol de los (s)uevos.








* Porque Martes viene de Marte, Miércoles de Mercurio, Jueves de Júpiter y Viernes de Venus.

sábado, 17 de agosto de 2013

Aletheia y los lobos

Esto era una pequeña Verdad con el pelo lleno de lacitos, que paseaba por un mundo desordenado, caótico, con coladores flotantes y lunas de queso y palmeras nebulosas, pero que mientras ella pasaba era un campo bonito lleno de flores bonitas y pajaritos bonitos que no tenían el cerebro a medio caer del cráneo. Porque donde ella miraba todo quedaba ordenado, todo tenía sentido, todo era lógico y perfecto.  Sus ojos eran un faro que sólo captaba del abismo la geometría ideal de las olas superficiales.

Por eso no podía ver a aquellas criaturas que sí tenían el cerebro, los dientes, los cartílagos a medio caer, o caídos del todo, esos seres que iban dejando regueros de baba y sangre y semen a su paso y la iban siguiendo lentamente, reptando y tropezando y resbalando y burbujeando justo detrás de ella, pero que, cuando ella escuchaba un ruido y giraba su cabeza, se camuflaban bajo el aspecto de árboles, briznas de hierba, roquitas, caballitos. Su sonido era una especie de zumbido de baja frecuencia, un lamento cadavérico y exánime, y de vez en cuando alguno se adelantaba y trataba de agarrar con la mano a la cándida Verdad, inconsciente de su presencia.

Uno de ellos avanzó un par de pasos y se lanzó contra ella, provocando que perdiera el equilibrio, se cayera y se descompusiera en múltiples partes. Cada uno de sus miembros se movía por separado, y trataron torpe y ciegamente (menos el ojo) de acercarse los unos a los otros. Acabaron uniéndose sin orden ni concierto y formando un pequeño adefesio, que tenía una anatomía disparatada y la cara como un Picasso, pero que, como el orden de sumandos no altera el producto, seguía siendo la misma Verdadita de siempre, sólo que con viejas conclusiones deducidas de nuevas premisas. Y cuando se giró para  mirar a su agresor (con la rodilla) vio una piedrecita redondita y bonita en el camino, y entendió por qué se había caído.

Continuó caminando, y la masa pestilente y demacrada de engendros la siguió, lamentándose del mal resultado de su compañero. Surgió otro monstruo de las mareas de podredumbre y probó suerte. Llevaba con él un espejo. Se colocó tras ella, se escondió detrás del espejo y profirió un aullido escalofriante. La pequeña verdad se volvió y sólo vio una superficie pulida que reflejaba un campo bonito, y se vio a sí misma en ella, también bonita, con todas sus teorías y principios perfectamente en orden, y se regocijó en la contemplación gozosa de aquel que se lava los dientes por las mañanas. Entonces un segundo engendro le puso una zancadilla y ella tropezó y se rompió en pedazos. Pero los fragmentos flotaron y se volvieron a articular, recomponiéndola de nuevo. Sus ojos flotantes se miraron en el espejo y la notaron un poco descompuesta, pero le daba igual porque todas las partes se seguían articulando en un todo armonioso, estuvieran donde estuvieran.
Sin embargo, sí se dio cuenta de que no había qué las uniera, que entre los miembros sólo había aire, que orbitaban como astros, pues la zancadilla había derruido conexiones causales y fundamentos sobre los que apoyar las cadenas de razonamientos. No le importó. Mientras todo pareciera estar en orden, podía fingir que lo estaba.


Un último engendro decidió ir más lejos y le presentó un niño africano con la tripa hinchada, un juguete roto en la mano y deliciosos sorbetes para moscas en los ojos. A nuestra Verdad se le puso la tez de (esencia de) gallina, su piel flotante tomó un blanco mortuorio. Supo que la habían descubierto, y el engendro pensó que había ganado la batalla, hasta que vio, sin dar crédito a sus ojos, cómo el negrito en lugar de enfurecerse contra la Verdad por permitir sus mil y una penas se hincaba de rodillas, convencido, y le besaba sus zapatitos rojos. Se quedó fauciabierto y pasmado al ver cómo se marchaban juntos, uno delante y otra detrás, la Verdad haciendo avanzar al niño a base de puntapiés en sus nalgas cóncavas. 


viernes, 16 de agosto de 2013

#SupermanDixit (IX)


Detrás de lo cotidiano
se esconde algo extraordinario
que nos desborda 
y transporta a la justa dimensión paralela...

jueves, 15 de agosto de 2013

Devocionario





   El excesivo infantilismo-pulp del s. XX en la manifestación artística restó credibilidad a su ejercicio reproductivo hasta decaerlo en la más ridícula desacreditación ante el público/consumidor.

   A su pesar, desdora el bruñido honor cuando, solemnemente, tuestas la mano en el fuego por la corrupción moral del mercenario arte en pos de la vanguardia más yerma... Porque, dada la condición humana, devanar la madeja del futuro en negro sobre blanco casando la Amígdala y el Neocortex es útil para salvarse de los chantajes de la realidad ante el trapecio que oscila en la quimérica balanza de tragedias y triunfos. Definitivamente este siglo es reacio a los juegos del artesano (tendiéndole todo tipo de trampa) y ante su prohibición o capitula o lo inmola o le disuelve en el Océano Divino de la NADA.

  Al igual que el oyente sordo sería incapaz de ver la connotación metafórica del mantra  "I don't have to sell my soul,/ he's already in me." como un nirvana elegiaco en aras del ansia de superación que cualquier chaval de barrio pretende para conseguir salir del barrizal en el que vino al mundo, mantener a raya la higiénica costumbre de optimizar la existencia de uno cuestionándose preceptos ayuda a lanzarse en la búsqueda apasionante del encuentro cósmico con nuestras infinitas posibilidades de disfrute y crecimiento personal, más que un deber es un placer de salvación.

   Una vez se reconoce la evidencia existente intrínsecamente desde la objetividad común, la obra de arte jamás es bella. Quien necesita la comparación como jerarquía toma la rienda de su vida desde la fusta y el sadomasoquismo.

  Se entiende como una forma esplendida de opresión aquel mercantilismo que juega con el tiempo abstrayendo la identidad del sujeto a un rápido cúmulo de acontecimientos que remontan constantemente la necesidad imperativa de la efímera felicidad.

   Nos encaminamos a un paralelismo moral coetáneo: nadie gobierna directamente en su conducta como la comprensión justa de la identidad divina que espera el llanto. 

  Hoy por hoy, el artesano y su laburo está arrestado por el fascismo de la Red: la creación es tomada por estúpida y relegada al marco del arte siempre y cuando lo que entendamos por arte sea una cola-light. Hoy por hoy, no hay meta ni fin más atractiva para la obra del artista que la desaparición de la misma.

Ser acusado de apocalíptico no es sino una redundancia desprovista de humor más que una ironía sorprendente que divierte o entretiene tan plúmbea como un domingo a media tarde.


La Huida #10




Para el fugitivo
todos los caminos
conducen a Madrid...

La Huida #9


A veces
una mecha sola
puede incendiar todo el bosque...

miércoles, 14 de agosto de 2013

Cuartos de estar


Lo que tú lees cuando me lees
no soy yo.
Lo que tú oyes cuando me escuchas
no soy yo.
Lo que tú crees cuando me crees,
tampoco soy yo.
Este trozo sedente de carne, cartílago, pellejos,
este brazo que toco aunque no puedas verlo,
esta masa de células en eterno envejecimiento,
es lo único que soy.
Si no me estás viendo, no pienses que existo
o le harás un favor
a este cuerpo ciego y opaco
que ni refleja la luz ni la absorbe;
gelatina, matojos, poros, caudales,
sin opiniones, sin religión, sin ideas.
Lo que llamas personalidad es una habitación
decorada para ti.
La tuya no es diferente.
Nuestras almas
son sólo las reglas del juego.


martes, 13 de agosto de 2013

La Huida #8


Si te pide coima el porvenir,
sácale la lengua...

IV. Sertralina.




Estas pasiones de la servidumbre se confunden como un bastón para el corazón. Para la soledad,  delirio y osamenta. Ocurre, ciertamente, en la luz dañada del eco nocturno.


     Desordenadamente nuestros ojos están llenos de selva y son un manifiesto. El sudor cubre de tiempo los objetos de la habitación descomponiéndose, nombrando cada cosa, niebla a niebla golpeando de adjetivos los signos interrogativos de la pared. 

Tan distantes como el inicio de la relación se disgregan por las rendijas de los ojos desgarrados de cerraduras y raíces, pernoctando entre el oxidado y tenaz material del deseo.

Dime, ¿por qué no te animas levantarte y hacer la maleta y largarte?

El portátil de Babel

(A Manu)

Cuando la Torre estaba en su apogeo, cada ladrillo que se añadía a la maravillosa construcción era más bello, más refinado, más suntuoso. Todas las piedras compartían un gran objetivo común, todas estaban embarcadas hacia el mismo puerto. Cuando llegó el Gran Trueno, las Dos Tormentas, las Guerras Relámpago, la construcción se quebró en dos y sus piedras acabaron en el suelo, sin contacto entre ellas, dispersas de cualquier manera. Se descubrieron a la misma altura, iguales. Ya no había unos arriba y otros abajo, unos disfrutando las vistas y otros soportando el peso. Contemplando desde la distancia la Torre rota de la que habían formado parte, los ladrillos se creyeron emancipados: nadie daba ya órdenes, ningún arquitecto organizaba el conjunto sin pedirles su opinión, eran libres.

Por el impacto de la caída, se habían hundido un poco en la blanda tierra. Cada uno sobresalía de un pequeño nicho. Con el paso de los años se fueron hundiendo más y más en el suelo barroso, perdiendo el contacto con sus semejantes y alejándose poco a poco del aire de la superficie. No pasó mucho hasta que el viento más intenso fuera ya incapaz de voltearlos.


lunes, 12 de agosto de 2013

domingo, 11 de agosto de 2013

Acertijo

Una reunión de antiguos alumnos. No conversan mucho. La clase nunca estuvo demasiado unida. Deciden hacer un juego de adivinanzas para romper el hielo, tras comer y beber un rato. A cada cual le toca preguntar a alguien de su elección en qué cree que trabaja, qué adivina sobre su vida, salud, amores, familia... lo clásico. Empieza Juan.

-A ver, tú eras Jaime ¿no?.
-Sí.
-Te toca decirme en qué me he convertido.
-Déjame pensar...
-Tómate el tiempo que necesites.
-Esto es difícil, ¿eh?
-Pronto nos tocará a los demás, no te preocupes.
-¡Ya lo tengo! Te has vuelto un árbol o una bicicleta.
-¿Un árbol o una bicicleta?
- Sí.
-¿Pero qué dices, hombre?
-No me cabe la menor duda.
-¿Estás seguro? ¿Es tu última respuesta?
-En efecto.
-Todavía puedes recapacitar. Mira que si te equivocas...
-No hace falta.
- ¿Cómo lo sabes, cómo has conseguido averiguarlo?
-Deberías leer más la prensa.

Juan no volvió a hablar. Nunca.


viernes, 9 de agosto de 2013

#SupermanDixit (VIII)


Una retirada a tiempo
siempre es una derrota...

Pareceres

Cuando uno reconoce señales de pareceres parecidos en el abismal espejismo de una mente diferente tiende a reconocerse en sus recovecos, tiende a la empatía, la cofradía de camaradas en lid, de guardaespaldas del Cid , a ser capaz de dejar que el otro le cubra las espaldas con las espadas en contienda común. Aun bajo el presupuesto de que ha habido siquiera dos segundos bajo condiciones socio-políticas iguales en la historia de nuestro planeta, que si tanto ha sangrado quizás sea por la ausencia de ellos, sólo se comprende que uno encuentre un sujeto político igual si cree que un orden pasado o presente es en esencia el óptimo. Hablamos de (n)ostálgicos, ejecutivos, fascistas y bardos a sueldo.

Todo el mundo sabe en qué mundo no quiere vivir, uno tiene permiso para describir en todas las redacciones de primaria que quiera cómo es el mundo deseable, pero da igual. Uno desconoce qué medios hacen falta para alcanzar toda la grandeza de esas ideas a partir de un sucio punto histórico inevitable. Uno desconoce el curso de la materialidad traicionera, que sólo podrá ser paliado de forma torpe y en caso de mediar un grupo entero de especialistas de intenciones totalmente desinteresadas que estuviera decidiendo todo el rato sobre las consecuencias, sobre hechos seguidos de hechos, no sobre premisas. Ahí es donde radican las purgas, las deserciones, la guerrilla. Quizás un glorioso día pudiéramos ponernos de acuerdo sobre los fines, pero los medios dependen de factores como la opinión generalizada sobre la situación presente y ahí el consenso es poco fiable, por serlo la generalización.

En cualquier traspase de poderes las purgas, etiquetas y compartimentos sólo son repartidos de forma distinta, la sociedad sólo puede cambiar de forma, no dejar de existir (por más que lo repitan eternamente los zoquetes thatcheristas de hoy y siempre, remitiendo sus ideales a una época anterior a la obra de Weber y su subversiva prole). Si aparecen nuevos fenómenos humanos que no podemos prever, se consignarán, a menos que conlleven su correspondiente censura científica, en cuyo caso la labor sólo queda pendiente, no suprimida. ¿Es posible para proseguirla encontrar una ciencia de los fenómenos sociales que no dependa de la cosmovisión de la élite (o masa) que gobierne? No sé ustedes, pero yo no daría un céntimo por ningún partido que negara esa posibilidad sub specie aeternitatis, aunque tampoco a uno que la considere efectiva sin mostrarla al mundo de una vez.


En cuestiones de votar, siempre es sencillo hacerlo por presión, definir en negativo qué no se busca en el poder y achacarlo a un programa a detestar. Pero votar es moralmente vertiginoso si se pretende que, además de su labor opositora o clandestina, el Partido escogido pudiera estar a la altura si consiguiera la máxima de sus aspiraciones electorales, hasta el infinito y más allá. Ahí es, efectivamente, en la toma de feudo, donde se juega la lotería babilónica, y es por cierto un hecho psicológico probado que suele resultar placentera la sensación de herir a un ser querido cuando el agresor, contra su voluntad, cree que tiene que rendir cuentas ante el deber.

miércoles, 7 de agosto de 2013

Héroes nacionales

Para poder desempeñar el papel del superegos del país, la personalidad de los poetas y literatos ilustres es exagerada, desviada, parcializada en los departamentos más recónditos del Ministerio de Cultura. Se buscan conexiones paranoides en obras y vidas para que todo encaje, para que  resulte más sencilla la memorización en exámenes de secundaria, y se acaba recubriendo de una gruesa costra de solemnidad sepulcral el espíritu lúdico e iconoclasta que en muchos casos alimenta la creación artística. Todo se vuelve una caricatura, pero una caricatura grave.

Es un panteón compuesto casi exclusivamente por machos, requisito obligatorio para cualquier aspirante a patriarca espiritual de una nación. Los hagiógrafos acentúan las características masculinas, o tradicionalmente entendidas como masculinas (cuando se es joven se es joven aventurero, si anciano, barbudo meditabundo, de derechas, hombretón conservador, de izquierdas, muchachito apasionado). Si late la homosexualidad, se busca el drama o el trauma, si es al contrario, al mujeriego a explotar de amor.

En toda sociedad rígida los individuos ejemplares son filtrados por una corte de símbolos fálicos y una hombría desmesurada. Así sucede con el cetro de los reyes o la representación paternal de los dictadores. Si el sátrapa es el padre de los ciudadanos y la patria su Madre, sus cantores son los amantes que le envían a esta cartas de amor para socavar el monopolio sexual del primero. No existe un conflicto real en este triángulo amoroso y todo el drama es una farsa preparada de antemano, con muchas subvenciones de por medio.

La admiración incuestionada a personajes semificticios puede curarse con un simple acto: deshacer el macho propagandístico, en vistas a enfrentarse a la verdadera criatura de carne y hueso, la criatura tal como es, sin juzgar a través de una definición sexual exagerada. Para derrumbar ese edificio nada mejor que una dosis de negatividad mediante el juego de palabras, construyendo expresiones que nos permitan modelar la realidad a nuestro antojo. La lista no pretende ser exhaustiva.




Pío Maruja
Lope de Verga
Miguel de Anomuno
Rafael Abierti
Ramón María del Falo Hincar
Camilo José Cola
Juan Mamón Jiménez
Jorge Manrica
José de Echegagay
Antonio Buero Falojo
Gartrolaso de la Verga
Fray Luis de Mamada
Bujarrón de la Barca
Arcipreso do Mita
José de Esproncerda
Antonio Mamado
La Lorcaza
...


La Huida #6


Y tal vez
no te encuentres en tus zapatos
y estés totalmente desesperado
y, recién,
extrañarás a tu gato...

martes, 6 de agosto de 2013

III. Sertralina



   Linda el amanecer y jadean todos los fantasmas del pasado como un estertor adherido a la adversaria emanación del tedio estacionándose entre los utensilios de la noche.

   Viejas simulaciones desocupan el espacio en que a tientas nos buscamos. Nuestro cuerpo es joven pero helado. El mercurio nos gobierna y el destino nos engaña. Poseemos la belleza de la juventud y la inteligencia de la senectud. La fontana del sentimiento mana tan lenta y silenciosa. Estoy enfermo de ti, sediento de ti. Siento en tu cintura una duda que me mata.

   Toda la creación busca pareja en una soledad impar por un ancestral sentimiento febril. Transcurrimos interminablemente exterminados creando un idioma.

    Conformar el ritual nocturno de ingesta de marihuana y la cadencia del sudor sobre el desmoriado vientre de húmedo salitre nos desata. Formamos un solo cuerpo agonizante hundiéndose en lo eterno de la identidad.





lunes, 5 de agosto de 2013

6- Invierno


En invierno el pueblo no tiene ecos.
Nadie acude a ver salpicar
la espuma de los acantilados
ni cómo se cubren de escarcha
las cejas del paseante
que se pregunta por qué
está todo tan viejo.


sábado, 3 de agosto de 2013

5- Horas


Las horas de verano son interminables
pero están finamente estructuradas
como el esqueleto de una hoja.
El tiempo es blando como una placenta,
informe como una medusa varada,
su geografía es infantil,
su seriedad puro teatro,
sus grandes eventos, coleópteros,
sus trincheras la persecución de un gato,
su lecho de muerte la lluvia.


viernes, 2 de agosto de 2013

II. Sertralina


La noche se expande como un gato que busca definirse. 

  Sufro una especie de amnesia generalizada y me duelen aquella partes preciadas con las que antes soláis jugar.

  Hay suficiente oxígeno para que el humo del cigarro vaya reemplazando los ojos de los que no van a llegar mientras nuestras bocas aún ansían las venas cargadas de brisas y cien pájaros volando.

  En vano recorremos la distancia entre las últimas sospechas de estar solos porque comprendimos que ocupamos el vacío elaborando el desconcierto del silencio.

Ya formamos la persona unitiva en la defectuosa reformulación del plural.


#SupermanDixit (VII)



La mayor parte del tiempo
uno no sabe lidiar 
con aquellas partes fatigadas
con las que antes solías jugar
y se hace pesado 
saberse manejar.
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