lunes, 20 de febrero de 2012

La Operación biquini: cenas equilibradas.




Buenas noches. Los recortes también merman la calidad de esta publicación. Desde dirección doctor Octopus me recomienda limitarme este febrero bisiesto a una escueta entrada. Ni modo en tan limitada receta transmitir toda la enseñanza equilibrada y asceta que me propongo.

Sin más dilación, me dispongo a atender ilimitadas peticiones que nuestros lectores me han hecho llegar sin demora alguna. Entre ellas, la que este mes nos ocupa, cunde el pánico respecto a un tema espinoso…: La operación biquini.

Sí, queridos amigos, tal proeza de desventura y sacrificio inquieta las noches de miles de millones al cubo de toda mujer y metrosexual y subgéneros de estos a diario a partir del ocaso del invierno. Por eso, es normal encontrarse con las féminas más irascibles de lo habitual por estas fechas. A pesar de que para todo heterosexual mayor de treinta años es común la panza, para una mujer cercana o pasada estas lindes es toda una tragedia.

En vista de la recurrente pregunta ¿Abuelo, acercándose ‘La Operación biquini’ cómo debo hacer mis cenas?, he de programar éstas.

Un inciso. Partamos de un principio básico: es un error configurar ‘La Operación biquini’ en torno a la cena o a la ausencia de ésta. Si de veras queremos perder o reeducar nuestros kilos de más debemos atajar pequeños vicios e incorrecciones recurrentes del día a día: demasiado colesterol, excesos de hidratos de carbono, ingesta de refrescos...Dicho esto, comenzaremos a resolver las dudas alrededor del abordaje de una correcta ‘Operación biquini’ con la cena.

Bien, toda cena debe ser ligera para poder conciliar el sueño de primera. Ahora, con mayor razón, serán tan frugales como el veranillo entre el pubis de un púber. Juguemos con la temperatura:

-Terminemos el invierno con sopas o caldos.

-Afrontemos el comienzo de la primavera con frutas o batidos ligueros con presencia sustancial de leche, manzana, pera y plátano.

-Cuando el calor se presente (sin abusar del termómetro) los cereales y su trampolín de leche o zumo puede ser un buen compañero.

¡Oh amigos, intenten seguir estas tres propuestas sencillas! Adelgacen la voracidad y alimenten su alma pensando en lo bien que quedarán tostándose al sol.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Licencia Creative Commons
El Yugo Eléctrico de Alicia se encuentra bajo una LicenciaCreative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 España.