lunes, 23 de enero de 2012

Falso paisaje en verde.

Tarde para la noche de verano. Entre vinos, nutridos cuerpos se jactan de proezas inmemorables. Tundra en la taberna. Movimiento. Incesantes oradores. La mesa alta, sin estar limpia, tiene aires señoriales. Dos líderes hablan y unos cuantos callan pese al revoloteo de las arañas. No hay billar sin el canto de Hollywood, sin embargo el local es acogedor. Dos amigos a la carrera:

(Estructura A,B,A,b)

- ¿De qué hablaba querido? 
- Del pensamiento y la abstracción. La nueva era del silencio. 
- Efectivamente mi pequeño. La prole no enmudece. ¿Te das cuenta? 
- ¿Otra copa?

Vierte una cantidad moderada de fino con elegancia. Las pestañas se dibujan lejos junto al pantano.

- No tengo corazón, ¿Verdad?
- No digo que seas de piedra.
- No soy cruel. No busco la comparación.
- Tampoco la necesitas.
- Necesito la comparación como jerarquía. No se toman las riendas sin la fusta.

Examina la carta del menú con temple caballeresco. Opta por plato único.

- No me atienden por mi extravagancia. 
- ¿No deseas entrante?
- Ya no tengo edad para sorpresas.
- Te alejas maliciosamente mi amigo del vulgo que te alimenta.
- Soy abstracto.
- Ridículo.
- Locuaz como buen indultado.
- No camufles tu identidad.
- Camuflo lo que se me viene en gana. Nadie culpa al camaleón de la adaptación o viceversa.
- ¿Dónde dejas tu humildad?
- La humildad es el pecado original. Si es que existe la moral.

Comen en silencio sin dejar de ser carnívoros. Tiempo que no pasa duerme. Se hace lento. Enfrascados en el pensamiento no se cruzan la mirada. El postre serena al instinto.

- El guión te trae de cabeza.
- Necesita arreglos.
- (Ríe) ¿Tu cabeza?
- El garabateo estúpido.
- Tu ejercicio es el de las armas.
- Mi ejercito es el del arte.
- Necio. No hay arte.
- ¿Cómo dices eso?
- Nunca lo hubo. No pierdas el tiempo. Mañana representan la vida de Galileo que firmó el gran Brecht. ¿Tienes acompañante?
- No pensaba ir.
- Por favor no te enojes querido. ¿Hoy estás muy lindo?
- ¡Claro que existe el arte!
- Llámalo como quieras pero acompáñame al teatro.


2 comentarios:

  1. "No tengo corazón, ¿Verdad?
    - No digo que seas de piedra.
    - No soy cruel. No busco la comparación.
    - Tampoco la necesitas.
    - Necesito la comparación como jerarquía. No se toman las riendas sin la fusta."

    Un diálogo que no puede dejar mejor sabor de boca.

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