lunes, 28 de noviembre de 2011

Mano Alzada.

Entienda la palabra como parte de su mobiliario suizo. Una taza de café está más cerca de la realidad de nuestro lenguaje que usted mismo. No se enoje. Disfrute consumiendo su dosis de extraversión por el camino fácil. No hay nada malo en ello.

CADUCIDAD. 23/2/2012

Eduque mi saciedad. Inmediata es la percepción de alimento como forma de olvidar la carne cruda. 


Introducción 

Recorre mi cuerpo esa sombra
despierta en la cumbre,
rechoncha imagen boba.

Tierna heroína.
Un posesivo transitorio
sin acción.
[Una preciosa parisina.]

Enmudece en linda
la afonía de su adiós
mientras ruegas piedad
a un reloj que finge ceguera.
[La monotonía de una aguja
serena en la demora
de su encuentro]

Vendas en los ojos
y te diriges de tú.
Maldita tu atracción
que estorba.

Te hago el amor,
luego te vas
para olvidar el recuerdo
de tu sexo.

Y en la soledad
con él me recreo,
como un animal
que envidia su huella.


Incisión. Pequeña Herida. Cuna. Capacidad atenuante... Melancolía en la memoria

Próxima es la capacidad
de inducción sobre cabezas rodantes.

Vigilia en la espalda.

Desprende todo lo que no que quepa.
Arde todo lo que no sirva.

Dame a comer tu sobra.
Abrázame como una histérica mimosa.

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El insecto conoce nuestra verdad
¿Qué sé del insecto?
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La palabra es la cárcel.
El sudor en la lengua, alguacil.
La palabra mata callada.

La palabra es la asesina.

martes, 15 de noviembre de 2011

Palabra Asesina

¿Qué rondará alrededor de la virilidad de un Zulú que saluda formalmente a la reina de Inglaterra?
(Actuamos cegados por un refuerzo que evite el displacer y aún así fabricamos lanzas con algún tipo de pretexto).

Introducción:

Un juego diseñado por cinco colegiales que transforman al poeta en un lector de cuentos radio para el transistor obseso por su mudez en la noche, de la que aún soy único dueño pese a tus súplicas, que enturbiaron la realidad de un recreo elemental.
Aprendí a decir perdón con la boca chica, a esconder mis orejas en cartón mojado y a revolver el cajón frente a tu cama. Tu cama sobre una sombra sin cuerpo.

Vestido raído
para ti.
Mi fiera
que tambalea.

Redobles de tambor.
El circo da miedo.
Mi fiera,
tan temblorosa.

Próxima tu lúgubre caída.
Angular tu silueta inerte.

He conseguido llevarte un ramo de flores con intenciones sin rosas
sobre el sustento de mi sobria presencia gris
y extrañar la dulce lejanía de tu alma aislada.

El cante "jondo" sobre "tablao" deja a menudo palabras mudas.
Y ya no escapan.

jueves, 10 de noviembre de 2011

ENTRADA CIEN (Borrador)

...tecleó el escritor, indeciso.
Pensó.
¿Qué vendría a continuación?

Por las paredes subían ecos del desfile hasta su ventana.
¿Por qué esforzarse en teclear combinaciones arbitrarias de signos para obligar a alguien a esforzase en teclear combinaciones arbitrarias de signos exponiéndole su aprecio?

Le embargó un rápido odio hacia la opresión del teclear.
Se levantó de su silla y cogió su máscara. Al salir pensó que quizá no volvería en mucho tiempo...

El exterior se mostraba demasiado seductor. Apenas cabía un alfiler en las calles abarrotadas, los oídos le dolían por la mezcla entre la música, risas y gritos, y tenía los ojos abarrotados por la inmensa cantidad de colores que le rodeaban.

Para qué más teclas, para que más símbolos a través de una pantalla fría. No quería volver a sentir el plástico bajo sus dedos, prefería la brisa y el cielo.

No se enoje si oye que sigue siendo el despojo de un hombre desheredado en el patrimonio de una abuela muerta en el peor momento.
Quizás por ello continuaba la pesadumbre en el paseo manchado por la huida de su Olivetti.

¡Cuánto llegó a amarla! Admiraba la pasión heroica de la selva metropolitana. Le excitaba el movimiento de un hormiguero que perdió el rumbo. Podría tirar de la vieja cámara de carrete, fotografiar alguna que otra pierna depilada y organizar una exposición multitudinaria. Nadie le negó su capacidad emprendedora.

Comenzaba la tarde en el crepúsculo. No obstante el horario nocturno puede ser comprensible con un alcohólico que madruga. Decidió no volver a la cama y aventurarse tímidamente por el puerto.
Todo lo que es bueno en la vida debe firmarse con un final apoteósico.

En el muelle, sobre los listones de pino se paró y se descalzó. La luna iba y venía allí al fondo a la derecha y podía divisarse la constelación de Orión, del copón, algo elevada. Una vez sintiendo el tacto de la madera en sus plantas se dispuso a caminar hacia el mar, sin miedo, léntamente y su respiración cada vez era más pausada y sonora. Pensó:

"Cada vez que algo
podría pasar y no pasa,
se crea un universo
paralelo en nuestra imaginación.

Es mi miedo."

Un golpe de brisa fría hizo que le saltase la duda de sustituir el "se crea" por "creemos en" o un vago "creamos". Pero el eufemismo venció a la sinceridad.

 Sin embargo aquel frío dejaba tras de sí un resquemor, un leve susurro, imperceptible, inútil.
Y vivo.

¿Qué ves cuándo cierras los ojos?

Una punzada de tristeza le acometió de repente. La había oído mecerse en su interior desde hacía tiempo, y él había convencido a su cuerpo de que aquella debía ser contenida, guardada con cariño, con la misma gentileza y cuidado que si se hubiera tratado de un brote de cáncer o de VIH.  Ahora le oprimía, le oprimía, como si todas sus células se hubiesen puesto de acuerdo para golpearle con la exactitud de un metrónomo. Tuvo que desplomarse, se dijo, los pies ya no le sujetaban al suelo. 
Se sentía más débil que nunca.  

“Cada vez que decimos una mentira, la piel se tersa, se hace más dura,
se apaga, no quiere llamar la atención” 

¿No era entonces aquella mentira en sí un abismo? 
¿No era acaso mentir una forma más bella de alcanzar otros mundos, 
otras formas que ahora le estaban vetadas?

Su mentira, su miedo, era intangible, incorpóreo, cómo las palabras. Cómo aquellas palabras que había usado tantas veces para crear, para creer en los matices que le separaban de ambos lados de la cuerda floja. Deseó escucharlas de nuevo. 

Al fin y al cabo aquello que no existe, no puede hacernos daño. 
¿No?

domingo, 6 de noviembre de 2011

Te reemplacé por una tarjeta de sonido

Las lanchas se aproximaban a la costa. No se sabía si era de día o si era de noche. Las nubes de agosto, septiembre y octubre chocaban entre sí con fuerza; con mucha fuerza. Chocaban machacando chispas achicharradas.

Ardía el cielo y la tierra vomitaba. ¡Vaya puto desorden!

- Agosto, septiembre y octubre, ¿Cuándo se acabará todo esto?

Volvía a rugir el cielo pero con más intensidad aún. Gaia se desplomaba y no tenía fuerzas ni para llover. Tan sólo nos pedía que no pensasemos siquiera en el enorme croma gris que teníamos en frente. El puto peor croma que podrá verse jamás: gris uniformemente iluminado por la discusión tan fuerte que mantenían las nubes.

Noviembre.

- ¿Y la costa...? -. Tras una breve pausa en silencio, tan sólo se escuchaba responder el triste chapoteo del casco de la lancha con algunas ondulaciones graciosas del mar.

- No existe costa. kashiko mari mashita.

Toca vivir a la deriva. De nuevo.


jueves, 3 de noviembre de 2011

Un secreto

Hoy te contaré un secreto.

Te contaré un secreto enorme, inmenso, que me oprime el alma del peso que supone. Te contaré este secreto de naturaleza macabra, horrible, que no me deja conciliar el sueño por las noches. Es terrible, no me deja descansar, no me da ni un segundo de paz y es que es tan...
De verdad, ¡no te exagero! Quiero quitármelo de encima, no puedo más con él, necesito compartir su carga con alguien, quien sea, me da igual, cualquiera vale. Sólo necesito que me escuches, me prestes atención. Cuando termine podrás hacer lo que quieras, echar a correr, llorar, gritar, reír, pegarme. Lo que quieras, la única condición que te pongo es que me escuches durante un instante.

¡Por favor! ¡Tienes que ayudarme! ¡Estoy desesperado! ¡No puedo más! Me está devorando por dentro... no dejes que continúe esta tortura. De verdad, será rápido, si ambos compartimos este secreto no será tan duro soportarlo, estoy seguro.
Cada día me arrepiento de haber conocido ésto... qué martirio, qué sufrimiento.

Dime, ¿me harás este favor, me dejarás abrir la terrible caja?

Aunque, realmente... no es nada, no importa.

PRIMERA ENTREGA DEL TEMA DEL MES PROPUESTO: LA PALABRA ASESINA(NOVIEMBRE).



PRIMERA ENTREGA DEL TEMA DEL MES PROPUESTO: LA PALABRA ASESINA(NOVIEMBRE).

Venga sí, en esfuerzo sobrehumano, el Txus di Fellatio del bloc ("conocerte muy puesto a las tres de la mañana"), ordena reavivar desde el más ajado y rancio escondrijo de la MEMORIA COLECTIVA al gran Hernán (Cortés...:Hernán Cortés -nótese la pausa gutural de póquer a la acentuación jamesboniana-)...

Ah, que ¿quién es el menda ése? Usté es VÍCTIMA DE LA LOGSE...No conoce nombre de lustre alguno más allá de Vetusta Morla o Radiohead...Bueno, no se preocupe, consulte GOOGLE....Sí, puedes relajarte, mirá WIKIPEDIA...:

"Hernán Cortés Monroy Pizarro Altamirano (Medellín (Badajoz), 1485 – Castilleja de la Cuesta, (Sevilla), 2 de diciembre de 1547), conquistador español del imperio azteca (hoy el centro de México). I marqués del Valle de Oaxaca, gobernador y capitán general de la Nueva España".

(El párrafo anterior fue extraído por el lector imberbe para hacerse una vaga idea de la vasta hazaña que dicho prohombre perpetuó -entienda el foráneo el floripondio casposo del discurso...: pues en las antípodas ironía y sarcasmo parecen embalsamar la historia; sea ésta cualesquiera-).
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ACRACIA DE LUJO (PRIMERA ENTREGA DEL TEMA DEL MES PROPUESTO): "precatio legal/ definition of precatio"...:

Tras múltiples turbulencias del excretor volcán de turno, orilló Hernán Cortés Monroy Pizarro Altamirano su calmachicha cual pensamiento (soledad estrangulándose), opalizando la mirada de eternidad-orgulloymiedo-delenvejecimiento, tuvo valor para alzarse en mitad del Atlántico, consciente de su pequeñez ante el tesoro de cultura-ser-naturaleza que su paladar privilegiado gozará frugalmente....

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Inmediata popularidad de un neón.

No es de extrañar que Nancy considere el lenguaje como el nuevo burdel de la alta burguesía y ame el silencio implícito en el descrédito de sus labios.

Sobrada sátira para un cuerpo de tal ambición. Experto transgresor de cada nuevo asalto tras un inestable refugio sobre barro húmedo. 

La ligera lluvia nocturna impregna el asfalto de ese característico olor a otoño que amedranta las aves carroñeras y aturde a la presa fácil. Figuras de ajedrez estáticas.

Cada beso precede la búsqueda enfermiza de un orgasmo rápido. La codicia de unas billeteras agradecidas. 

En la lengua se esconde la trampa de la cultura determinada por berridos y rituales acaparados por la magnificencia del fuego propagado con el propio avance de la historia. (Resulta obvio pensar en el poderoso).

"Basta con un bolso lleno de preservativos y estimulantes testiculares para desvestir a la más bella de las tradiciones judeocristianas." Reitera entre sus compañeras de profesión mientras se enorgullece de su capacidad práctica de aislamiento.

El verbo suele ser mentiroso (no solo en la cama). Un engañabobos que ciega la Verdad. Pero... ¿Qué verdad? ¿Qué dogma precede al intelecto incapacitado con el propio avance de la civilización? (la pregunta es completamente necesaria)


Un juego de espionaje literario que atrae a Nancy.

Innumerables asesinatos silenciados por la masa. La mayor sutileza de enredados homicidios improcedentes tienen su cumbre en una noche de putas.

La palabra es la clave. La palabra es la asesina.


Conversación breve

Gonerilo llevaba muchas horas aguantando. Gonerilo era un hombre de principios que encontró por fin el cuarto de baño.

Abrió la puerta con presteza. Escuchó la palabra:

- ¡Ocupado!

Al carajo los principios.

MENÚ 1 (2-11-11): Postre: BONIATOs asados (endulzados o no)).




Primer postre de nuestra alacena: el boniato (camohtli) asado (con o sin azúcar o miel), placer supremo que lleva entre nuestros angostos campos ibéricos desde que aquellos osados, allá en el remoto S.XVI… Cuando el mundo era bello, fértil y virgen –como no puede ser de otra manera la belleza-, nos lo trasplantaron de los trópicos de América Central (lindando el Perú, Ayacucho –hermosa palabra-).

Por ello, nuestras antepasadas abuelas (sí, también abuelos, no son estas recetas homófobas –aquí todo género o raza tiene cabida-) lo aprovechaban (como buen tubérculo de sabor dulce –el almidón y los azúcares le confieren esos hidratos de carbono tan deliciosos-) para sazonar de edulcoradas calorías el otoño ibérico (oh, qué fechas tan propicias para el recogimiento familiar en torno a la mesa-camilla o la fogata o la candela…); sin embargo, no hay que olvidar, esta fuente de potasio llega a su esplendor maduro en invierno (sí, como las párvulas): al elegirlos, elija el ejemplar firme y llévelo a la alacena del hogar (lugar fresco, seco, oscuro y bien oreado por excelencia). Allí deberá aguardar no menos diez días (no más 20).


INGREDIENTES:

-Boniato (el número de ejemplares es indiferente: dependerá de los comensales).
-Azúcar o miel (el guarismo cuantitativo de la “misma” será variable y obedecerá al castigado paladar).

Pasos y elaboración:

Paso1: Precalentar a 180º durante una hora el horno.

Paso2: lavar el ejemplar único (el número de ejemplares es indiferente: dependerá de los comensales).

Paso3: envolver en papel de plata nuestro boniato e introducirlo en el horno precalentado.

Paso4: pasado el embrague-tempo de morderse las uñas, encender el lector de DVD, buscar una manta-hippie para la susodicha de turno, lamer un beso a la susodicha, reírle las gracias a la susodicha y, por último, que la susodicha te recuerde “¿De veras no hay que medir el tiempo del boniato?”…haz “¡CHASSS!” y ya…¡A degustar su auténtico boniato (no olvidar, obviamente, pelarlo con delicadeza –será una piel tibia y escurridiza- y no excederse con el azúcar o la miel, pues éstas serán perfectamente aplicables a los agujeros o bajorrelieves de la susodicha)!

MENÚ 1 (2-11-11): Segundo plato: PESCAÍTO FRITO.




Segundo plato: PESCAÍTO FRITO.

La elaboración (ingredientes y pasos a seguir) son hartamente singulares, no al alcance del paladar medio (mucho menos, del cocinilla con un petardo en el culo que no es capaz de pasar de la pasta y el arroz): nuestra selección del día se supeditará a la ventura (albur) del acaecer atmosférico (o, como diría un cursi, “del devenir dentro del parámetro acordado) programado por la selección natural, el ecosistema de costumbre y la pereza entre el comprador y el comprado en la lonja de turno para el pescaero (pescaero=pescadero) de turno mientras fingen el plebiscito del mercado adherido….

Bien, al peso (ya compre usted para sí o más de dos comensales voraces incapaces de ajustarse el cinturón), calculemos (sin poner parches) ½ kg; un batiburrillo de lo más apetecible a su gusto y a su pecuniosa situación…a saber: gambas, rayas, boquerones, jureles, choquito, puntillitas, salmonete, pescadilla…etc

Una vez pagado al contado o a tarjeta (o si es un miserable, corriendo) llegue hasta la encimera de su cocina (o en su defecto, la encimera más cercana y fiable), suelte con delicadeza (no olviden que lo más seguro es que su pescado chorree víscera y sangre y, dependiendo del usuario selecto o modernillo, agua del congelado de conservación –sí, todo se desprende y viene del ecosistema vivo…¡Ignorantes!-).

¡Venga, vamos, gente emprendedora del mundo! ¡Seguidme, no os voy a defraudar!

Llegados a este punto sin retorno, toca arremangarse bien y refrotar las manos y brazos (de nuevo, claro: solo un guarro cocina de tan reprobable higiene). Limpiemos/lavemos (bien, en profundidad) el pescado (advertencia máxima: si usted es “delicado olfativamente hablando” olvide –de inmediato- concluir la presente misión; pues, el hedor será notable y de su vientre al gaznate un temblor molesto aproximará-), lo enharinamos generosamente (y, posteriormente, con la misma diligencia sacudiremos bien –a pesar de toda rigurosidad en la textura-) y, por fin (¡Aplaudan!), en profuso aceite (recordemos: ACEITE DE OLIVA) caliente (a partir de los 180º) por orden de ordenadas tandas en remesa (el recipiente o “máquina” donde tan abundante acción sea ejecutada será del grado y buen proceder del cocinero).

MENÚ 1 (2-11-11): Primer plato: LENTEJAS.




Primer plato: LENTEJAS.

INGREDIENTES:

-50 g de lentejas
-1 chorizo (picante o no)
-100g de jamón serrano (o no).
-1 cebolla (grande o no)
-1 hoja de laurel.
-4 zanahorias (elijan el tamaño en función de su órgano).
-1 patata grande.
-1 tomate hermoso.
-3 dientes de ajo (o la cabeza entera).
-Sal (al gusto).
-Un vaso pequeño de aceite de oliva (prohibido tajantemente devaluar este liquidito por mejunjes que den el pego).
-Otros (a la arbitraria necesidad del atrofiado comensal).

Pasos y elaboración:

Paso 1: tendrás las lentejas una noche entera en remojo. Aprovecharás y tú también te pondrás en remojo.

Paso 2: Una vez sea el nuevo día, preparas y busca el resto de ingredientes (50 g de lentejas, 1 chorizo, 100g de jamón serrano, 1 cebolla, 1 hoja de laurel, 4 zanahorias grandes, 1 patata grande, 3 dientes de ajo, 1 tomate, sal, un vaso pequeño de aceite de oliva).

Eso sí, los porcentajes e ingredientes variarán según el gusto, la necesidad o voracidad del comensal (o quien acompañe a éste):

-Corte o ralle en rodajas finas la zanahoria, pele la patata (sin partir en dos ni en tres ni en cuatro), trocee el jamón en dedos o el chorizo o la chistorra o la morcilla o la patata (o todo a la vez). Pero, advertencia (¡¡!!) es un error eso de andar cortando cosas: a la hora de cocinarlos todos, pieza por pieza desprenderá mayor sabor y salubridad que por microcuerpos minúsculos (valga la redundancia del sustantivo y el adjetivo epíteto).

Paso 3: Ya remojadas (y bien remojadas…RECUERDEN, estuvieron toda la noche –como usted- en agua), pondremos en cazuela de barro nuestras legumbres (Lens culinaris) cubriéndolas de agua y chorreándolas generosamente con un buen aceite de oliva (no bajar de esta denominación virgen). Una vez recubiertas, atizar y avivar un buen fuego (como el común de los mortales son unos ignorantes, será fuego de vitrocerámica –en vez de una candela, como LOS DIOSES OCULTOS MANDAN-).

A continuación se le van echando a la cazuela lo que preparado hemos ya (50 g de lentejas, 1 chorizo, 100g de jamón serrano, 1 cebolla, 1 hoja de laurel, 4 zanahorias grandes, 1 patata grande, 3 dientes de ajo, sal, un vaso pequeño de aceite de oliva). Y, es entonces, cuando echaremos mano de ese tesoro verde peninsular: el laurel (una hojita, tampoco hay que excederse). Y, claro, como el paladar medio está atrofiado, se “sazonará” con pimienta y azafrán (nada de colorante!!). Luego, aquí nos apropiaremos del proceder moderno, agregaremos cebolla y ajo salados a la cazuela que ya lleva alrededor de 20 minutos en fuego.
Calcule, aproximadamente, una media hora más y ya (absténgase de usar cronómetros o alarmas insurrectas//absténgase de un fuego fatuo y duro…todo lento, lento, lento, lento).

MENÚ 1 (2-11-11): Lentejas (primer plato), pescaíto frito (de segundo) y boniatos (postre de primer orden).

Bienvenidos a LA ALACENA DEL ABUELO. En ella hallarán fascinantes afrodisiacos. Ella conlleva volverle el cuello (a degüello) al refranero más zafio; pues, si “besitos muchitos/pero pan poquito” canturrea la mocita (brazos en jarra) al tontito del muchacho de turno (¿Ya sabemos todos como actúa el amante ante el pendón?…), contrariamos la mayor…: en cubertería de oro macizo y servicio de palo, preparán/aprehenderán/degustarán (…y todos esos “verbosarguiñanos” pertenecientes a la primera conjugación -¡VÍCTIMAS DE LA LOGSE consulten la Gramática!-) un sinfín de platos que guarecerán sus maltratados paladares (y qué decir de empolvadas narices o tapizadas vísceras) abriéndoles (en canal) a “un mundo nuevo de ilusiones” (como en el bolero).

Un estrecho apretón de mano del ABUELO.

La palabra asesina.

Nuestro maestro de las artes ha sido cortejado por "La palabra asesina". Espectacular tema que vestirá Noviembre con traje de gala.



Viceversa27, en plena fiesta, hará las labores del mejor sable de Hernán Cortés.

Saludos.
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