viernes, 28 de octubre de 2011

Tengo un agujero en mi calcetín


Hoy me miré los pies y me di cuenta de algo. Tengo un agujero en el calcetín, un agujero en mis calcetines verdes, justo en el dedo gordo, y lo deja al descubierto, desprotegido.


No puedo parar de mirarlo y pensar que quizás sea más que un simple agujero en mi calcetín, que quizás se trate de un vórtice espacial, un agujero negro que se traga todo lo que encuentra, y quizás por eso últimamente echo en falta tantas cosas. Ahora le miro con odio, no con la curiosidad inicial. Empiezo a detestar al agujero de mi calcetín.
Seguro que por su culpa perdí aquellos 20 euros de mi cartera, seguro que por culpa perdí la llave mi habitación, seguro que por su culpa perdí mi libro favorito, seguro que por su culpa les perdí, seguro que por culpa perdí aquellos momentos tan perfectos, aquellas sonrisas y aquellos anhelos.

Te odio, te odio maldito agujero. Te has llevado muchas cosas, y seguro que estás planeando llevarte muchas más, ¿verdad? Nunca estarás contento si yo tengo la oportunidad de estarlo. Y sin embargo pareces tan inofensivo, tan sólo un agujero en el calcetín verde de mi pie izquierdo. Pero no puedo parar de mirarte. Quizás me esté volviendo loca, y quizás sea porque ya te has llevado algo más: mi cordura.

Qué avaricioso eres, maldita sea, qué avaricioso eres. Te voy a tapar, te voy a coser y te voy a remendar. Tan sólo tengo que coger la aguja y… y… y…

No puedo. Simplemente no puedo. Tan sólo eres un agujero… un agujero en mi calcetín. Puede que por tu culpa tenga el dedo frío y molestias al andar, quizás incluso sea cierto que me has estado quitando cosas… pero eres un agujero.

Sólo un agujero.

jueves, 27 de octubre de 2011

Mi desequilibrada mental favorita


Me hallaba en la consulta de la ginecóloga extrañado, como viviendo en un reino que no me pertenecía. Era maravilloso, ni un hombre a la vista. Todo hecho para mujeres. Desagradable, sí, la impresión de que todo el mundo me mirase, como preguntándome qué hacía allí, pero por fin la enfermera dio mi turno y entré.

La estancia era muy acogedora, también. A mí no me ponían nervioso los aparatos esos diseñados para… para vete tú a saber qué están diseñados, y sin embargo, allí estaba ella, mi desequilibrada favorita, la persona menos cuerda que conozco, la Ginecóloga. Sonreí y nos abrazamos como viejos amigos, como personas que se encuentran después de hace mucho tiempo.

Estallamos en carcajadas; no era así, nos habíamos visto hacía muy poco. Una broma típica y trillada para romper el hielo. Le pregunté cómo había acabado la noche. Como siempre, ella rió y desvió la vista un poco para otro lado, indicando que si me lo contaba, se pondría en evidencia. 

Le devolví un gesto amable, pensando que, de todas formas, ya estaba en evidencia. Que a mí no me engañaba y yo ya sabía de su carácter. Se lo dije, con un tono de broma, para no enfriar la conversación y no herir sus sentimientos.

- Bueno, sí, ya sabes… pero bueno, no te creas que todo esto cae en saco roto. Lo hago por un motivo – su cara se puso un poco más seria.  – De hecho, que estés aquí me viene muy bien…

- ¿Y eso? –

- Bueno, ya sabes. El gobierno está haciendo recortes, así que esta consulta de ginecología y un par más de la ciudad vamos a estar dando consultas gratis de ginecología durante un tiempo. 

Especialmente, las daremos a chicas jóvenes… Como a ti te gustan, jijiji… Sin que se den cuenta, las embarazaremos. Así tendrán que venir muchas veces más, durante un tiempo. Eso nos sacará de la crisis, además, imagínate qué delicioso, esas caritas desesperadas diciendo a sus madres que no tienen ni idea de cómo se les metió eso ahí… ¿Sabes? Muchas personas creen que debe haber una razón consecuente para hacer algo malo. Y no hace falta, a veces, sólo el placer de estar haciendo algo incorrecto, tan sólo... la idea...  - (y estalló en carcajadas)

No veía la relación conmigo y así se lo dije.

- Venga, hombre. Te he llamado porque se me han acabado las reservas, y me imaginé que tú vendrías inmediata y puntualmente. Y que no te asustarías, como otros, si te saco un vaso.

- ¿Qué? ¿Perdona? ¿Me vas a hacer irme al servicio solo y devolverte un vaso? Creía que teníamos confianza.

Me miró, lasciva. Yo acababa de enseñar mis cartas, era arriesgado pero oye, quizá fuese la única vez que tuviese oportunidad de decir algo así. Puso cara de asco y se dirigió hacia mí. Yo pensé que iba a matarme, pero sólo me empujó contra una especie de camilla, uno de esos aparatos raros, y con una habilidad sorprendente me desabrochó los pantalones.

- Avisa, ¿eh?

Me corrí en su cara.

miércoles, 26 de octubre de 2011

La mecánica ente tú y yo

(Después de un emotivo saludo, los dos literatos toman asiento en la modesta cafetería de cartel luminoso)



- ¿Luis, No te irías de putas con Bukowski?
- Sí Francisco, pero no lo soportaría borracho.
- Claro, valiente. No me escondas que vives a costa de él.
- ¡Eh! No me confundas con un modernillo. Después de leer dos libros de Bukowski ya te lo sabes de memoria. Me gustaron “La máquina de follar” y “Escritos de un viejo indecente”, a partir de ahí me agotó.
- (Risas) ¿A cuántas chicas te has tirado con esa misma frase?
- Mi listón no baja de Lacan y Borges. ¿Hoy te measte, de nuevo, en la cama?
- Probé dormir con el pastiche insoportable que es la música étnica de Radio 3 y cuando empalmaron con S.XXI empezaron con mis dignos calambres de entrepierna. Pero eso sí, he dormido bien. Esta noche intentaré que me sodomice Mia Wallace.
- Nunca debiste dejar el cóctel de somníferos, alcohol y Zyprexa.
- ¿Y volver a la adicción? Dice mi psicoanalista que la respuesta reside en los puros de Dustin Hoffman.
- ¿Antes o después de tu segundo intento de suicidio? Menudo numerito.
- Tienes que entender que tanto el fracaso de mi segundo matrimonio como al desastre de mi última novela precipitaron los acontecimientos.
- Ya…
- De todos modos. ¡Eh! Mírame, soy un hombre nuevo. Tengo un nuevo proyecto entre las manos, todos los sábados tiro unas canastas con mi hijo y recuerdas a Carolina… La rubita universitaria.
- ¿Quién?
- Si hombre, la amante de Lynch, aquella que nos recitó los primeros capítulos de “Trópico de Cáncer” mientras la emborrachábamos en tu piso a costa de un tequila barato.
- La recuerdo, menudo polvo.
- Si, ella me encuentra irresistible, batimos varios records olímpicos mientras que tú… tú le sigues regurgitando  “El principito” a tu pequeña. No lo entiendo ¿quién te ha visto y quién te ve? Si hace dos días coqueteabas con el “Crack”. (Malhumorado) Y va… y se presente la dichosa mudita y te reformas. ¿Qué harás con tu pose de poeta maldito? Si te soy sincero yo la compraría, así mi asesor fiscal dormiría tranquilo.
- Ahora mi soneto perfecto es cambiarle los pañales a mi hija.
- ¿Y esta noche quién lo está haciendo? ¿El microondas?
- Ya no me apetece largas noches de insomnio persiguiendo versos al borde del precipicio y cuchillos en los cajones.
- Te traicionas, amigo mío, ¿recuerdas el manifiesto del ochenta y cuatro? La creación tomada por estúpida y redimida al marco del arte. Siempre y cuando, lo que entendamos por arte, sea una cola light.
- No me toques las bolas a los catorce era mejor que Neruda a los veinte.
- Tu siempre tan humilde.
- Pero Neruda siempre será mejor que yo.
- ¿Y eso qué quiere decir?
- Que las noches detrás del sexo y la carne se las reservo a cualquier jovenzuelo. Ahora me limito a contemplar la misma grieta en la pared.
- No, no, no… Perdona tú has optado por la redención burguesa del individuo aislado que no quiere morir solo ni babeante. Te aburriste de tu largo fin de semana perdido tras oler el aroma del éxito y te uniste al club de los “Progres” de medio pelo. Esa misma élite que odiabas tanto los “intelectuales”.
- Bueno, ya es suficiente, voy a pedir ¿Qué quieres?
- A Beatriz y su regaliz.


Texto escrito por: Viceversa27 y El Hombre Satélite.

lunes, 24 de octubre de 2011

La descomposición

[...] había empezado.

El otro día pasé por enfrente de tu casa, y olía a pucheros. Yo es que no sé lo que tiene tu casa que siempre huele a pucheros. Y no es un olor agradable, de hecho, lo odio. La gente suele amar el puchero como ama a su madre, y creo que la diferencia está en que yo no tuve madre. O al menos, no la recuerdo.

Vaya tontería, dirás. Sí que tuviste madre, y luego añadirás: yo la conocí.

Maldito seas por siempre, diablo emperifollado. Sé de buena tinta que fornicabas con mi madre y que por eso tu casa olía a pucheros. A mí no me engaña tu afición a los muslos blancos o mojar en tocino el pan de hoy.  En esta conversación imaginaria que estamos teniendo, te diré mis últimas palabras:

Yo nunca tuve madre y ese traje negro nunca te sentó bien, nunca lo hizo hasta hoy, en esa bonita caja de madera de fresno.

(La clave está en que él también lo amaba)

domingo, 23 de octubre de 2011

Aquel Adán que inspiraba a Eva.

Debe comprender que todo fue un plan de huida, magistralmente estudiado por dos mentes que dejaron de cuestionar su propia existencia. Coaccionados para comprender obligaciones al fingir un par de sonrisas sobre un medio perfecto (totalmente inerte).
Sus aventureros corazones rugían fuertemente con cada traza sobre el plano que describía con precisión la evasión.
Pronto todo estuvo listo para la partida.

Esta vez el amor fue capaz de batir a la prominencia.
Adán con su amante la ardilla caminaba algo distante de Eva, acompañada de su última pareja formal. Un mamut de buena posición (un auténtico portento).

Próximos al conducto que les conduciría a la libertad, decidieron retener una última panorámica del paraíso que se extendía tras sus pasos. Se besaron como nunca antes lo habían hecho:

Mamut — ¡Oh, Eva!
Eva — Querido mio, no te atrevas a aventurarte sin mi en la lejanía.

Adán — ¡Oh, ardilla!
Ardilla — Querido mio, yo seré tu soledad.

Dispusieron que fuera Mamut quien liderara el grupo por sus dotes de carisma y liderazgo demócrata. Para su desgracia, una vez fuera del escarpado canal, este huyó espantado recluido a los más íntimos confines de su instinto animal.

Nada se supo de ardilla.

Únicamente el raciocinio imperó en el nuevo mundo. Para colmo Adán había olvidado el pic-nic y ninguno de ellos sabía cocinar.

Retrocedieron al paradigma de la autosuficiencia (tierra de lobos).
Un encuentro en un simple “no sé qué hacer”.

sábado, 22 de octubre de 2011







Hizo un abnegado intento de buscar la palabra. La buscó a través de las montañas, cavó túneles y removió valles. Profanó tumbas y arrasó ciudades hasta que no quedó nadie en la tierra que no fuese afectado por aquella fastuosa cruzada en busca de una única palabra.


Pero no la encontró de este modo. La encontraría, sin darse cuenta, a través de las edades.

Maldición

Hacía demasiado tiempo que no la veía.
Ya apenas recordaba esa mirada, esa sonrisa de dientes torcidos, aquel pelo revuelto y sin cuidar, sus largas y bonitas piernas...


Procuraba no mirarla, no llamar su atención, no tendría el valor si quiera de saludarla, ni si quiera de sostenerle la mirada apenas un par de segundos. Pero claro, maldita calamidad, hubo de fijarse, al igual que se fijó en mí la primera vez y de aquel modo me condenó a la maldición y al sufrimiento por el que tenía que pasar ahora.

Se acercó, con aquellos andares torpes que la caracterizaban, con sus intentos de seguridad, de querer controlar la situación. Estaba claro que no convencía a nadie... a nadie, menos a mí. Y no es que me convenciese, es que me aterraba, no podía soportarlo, era demasiado.
Parecía no bastarle con haberme dejado probarla y negarme más, negarme más alegando que no le iba aquello, que sólo iba algo pedo. Pero a mí sí, me volvían loca aquellos labios suaves, enredar mis manos en su cabello, sentir que le gustaba.

Y ahora ahí estaba, delante de mí, hablándome con palabras vacías, provocativa, como siempre, pero sin atractivo. Porque realmente nunca ha resultado atractiva para nadie, ni si quiera para mí. Qué diablos, era la chica menos atractiva que había visto nunca, lo único bonito eran las piernas, pero... maldición, mil veces maldición.

Ni si quiera puedo mirarla... como lo haga, no me quedará más remedio que besarla.

Comida útilmente casera.

La condena de una madre que sueña con la ingesta de algún vertedero occidental (recuerde las particularidades de la basura estadounidense aludida, en muchísimas ocasiones, por el gran maestro Woody Allen) obliga al joven a mantener un constante anonimato que resguarde su identidad de la incomprensión manifiesta en los "iluminados". Aquellos que con sus leyes ya tantearon dañar la imagen pública de mamá.

Aún era capaz de recordar cómo la mirada de aquella mujer indefensa suplicaba amparo entre innumerables servicios sociales que, confundidos en su labor, no hicieron más que empeorar la glotonería de una boca extasiada por la perspectiva de la inmundicia. 
Ella rogaba los despojos de una sociedad sin apego o recreación, adaptando progresivamente su estómago para  optimizar sus pobres recursos digestivos.

Devoraba la incomprensión típicamente humana con forma de: fechas de caducidad, todo tipo de plásticos, periódicos de tirada diaria o estiércol para ratas. Era la reina del vertedero, en lucha constante con la tolerancia de su organismo frente a deshechos vitales.

Diariamente se dirige nuestro amigo con elegante porte sereno (instrumental en mano) a recolectar el sustento diario de putrefacción que, con habilidad artesanal, selecciona cuidadosamente. No hay ni habrá "Nouvelle cuisine" que iguale su maña.

ENEMA:

Boca fina de vertedero
en inconsciencia dormida
[no habrá telón
que espere tu juego de palabras]
aletargada en la expresión
de una silueta de arcilla.


Tediosa
Susurrante
Inmóvil

Muerta.

Oda a la ventana de desmanes rojos

Había otros dos hombres, y discutieron y discutieron toda su vida -es decir, esta entrada- pero no pudieron aclarar de qué iba esta entrada...








....porque no se les había ocurrido postular mi existencia.









(proverbio atribuido al Yubi Yubi)

viernes, 21 de octubre de 2011

Cara de póquer ("Household Objects").




Porque sin andar tiritando de frío las campanas también lloran (acto valeroso no reservado sólo/solo a la porosa-belleza de la pupila verde) el ínfimo 'cante jondo' que nos va quedando, debemos ser unos solitarios (“entre sueño y desengaño”) los que nos estremecemos ante la décima octava (elevada a ‘n’ repetidas veces un millón de años luz) ‘hecho’ gravado a fuego en el galope ‘desbocao’ de aquello que el sabio nominó bautismalmente como historia de la infamia.

Y, como, se preguntaba el maño estrangulándose la garganta y salpicándose la lengua…: “Ya somos más viejos y sinceros,/ y qué más da/ si miramos la laguna/ como llaman a la eternidad/de la ausencia”…: Hace siglos que ambiguos entes abstractos nos predicaron la verdad revelada: “noli me tangere”. Nosotros, pobres imbéciles-metecos expulsados de la divinidad, lo aceptamos como el corderito o el osito de azúcar. Nos sojuzgamos parcialmente; pues, en la bignonia-soberbia-estulticia-prepotencia del pícaro inferior, a ratos creímos manejar al antojo el navío bravo a través de la tormenta-perfecta-sin preciso ‘vento secundo’ (“vehementi satis profecti celeriter e conspectu terrae ablati sunt”). Y, claro, obvio como el agua estancada, nos la pegamos padre.

Ah, ¿sufrimos en el lodo del camino? Sabemos (“heridas por usar”) por el simulacro de la memoria que la coeternidad cursiva-cíclica empuja o acaricia azarosamente. Hoy, será todo el mejor día que sea; empero, no por ello, uno (poquito y flaquito) no pensará en los amigos ausentes ni en los caídos en el campo de batalla. Conservamos la cordura y la moral. Y, por último, qué dichoso poder vestir la camisa de tu mayor progenitor.
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A lo largo del día ampliaré esta JUKEBOX,
de momento escuchad completos "Sad Wings of Destiny" y "No Sleep 'til Hammersmith" y recitar de memoria " They sentenced me to twenty years of boredom/
For trying to change the system from within" o "Cualquiera tiene complicaciones,/ los leones, parecen olvidarse que nunca fueron vegetarianos./
Al destino le faltan las dos manos,/y juramos con gloria vivir.

jueves, 20 de octubre de 2011

Fauna urbana

(Quien me conoce, sabe a quién va dedicada. Y me conocéis todos)

Y allí encaramados, en el borde de aquella tapia, tuve una conversación con la muchacha gitana. Todavía no se había quitado ninguna de las flores que se había puesto en el pelo, y, al atardecer, ella era como una Venus exhuberante que resplandecía entre la pobreza y las ruinas de aquel paraje. "La primera estrella de la noche... " pensé.

- Allá va, adagio, el gato. Se mueve sin hacer ruido, y yo sueño con él.

- ¿Sueñas con él?

- Sí, como sueño contigo. Sueño con moverme sin hacer ruido y acercarme a ti. ¿Sabes? Nunca te lo he dicho, pero siempre me hubiera gustado acercarme a las personas sin rugirles. Si fuera capaz de hacer esto, entonces, cuando estuviese lo suficientemente cerca, entonces…  - (reprimí una vez más mis instintos asesinos) – entonces los imitaría, supongo.

- ¿Los imitarías? Pero eso no es lo que hace un gato. La gente ama a los gatos porque, aunque se acerquen, siempre continúan siendo ellos mismos. Nadie se mueve como ellos aunque anden como humanos, aunque lleguen a admitir a humanos en sus manadas. He visto muchas personas que eran capaces de hacer eso que deseas, y creo que eran personas vacías. La gente los amaba como podían amar a un perro, pero no como podían amar a un gato.

De este modo, quedé convencido para siempre de su alma salvaje, y, al mismo tiempo, comprendí que siempre había despreciado a las personas domesticadas, a todas aquellas personas que con tanta insistencia me habían mendigado seguridad, protección, amor o cariño.  Lo comprendí y lo atesoré para siempre, porque supe que, en algún lugar de su alma, a ella le pasaría lo mismo.

martes, 18 de octubre de 2011

Boi a ehcribí argo par iugo io tanbié

Flotaban en el espacio, contra un firmamento brumoso y enjambrado de estrellas. Arriba todo lo que se divisaba eran luces brillantes y luces aún más brillantes. Abajo se extendía una malla cuadriculada formada por líneas de verde neón, que abarcaba todo el terreno asequible a la vista.
Pequeños destellos se desplazaban por lo largo y ancho de la malla a una velocidad casi invisible, y al relampaguear en la oscuridad emitían un brillo intenso. Era como una transmisión de información, o como el chequeo de mantenimiento de un sistema cerrado, o quizás era un ingente desplazamiento físico de unidades biológicas, como el nacer, reproducirse y morir de millares de generaciones, simultáneas de no ser por millonésimas de segundo.
Las estrellas estaban quietas.

Los dos hombres nadaban sin ningún esfuerzo entre los enjambres, cuidándose de los agujeros negros. No tenían dirección, no les parecía en absoluto relevante. Sólo contemplaban el fulgor resonante de los trazos, el rápido desplazamiento de las cargas energéticas, los cabos sin final, los principios cohibidos, los enlaces complejos entre grupos de trama distantes, la imperiosa necesidad de la semejanza de lo ante ellos presente con un rostro humano del recuerdo, la contabilidad numérica imposible, el encaminarse hacia un extremo sin encontrar el extremo. No se excedían en reflexionar sobre esto, pues en sus rostros había una expresión, y era la de la más honda tristeza.
La tristeza de ver que la parte inferior de sus cuerpos empezar a convertirse en bruma poco a poco, y la tristeza de todo lo que ello implicaba.

Un pastor alzó la escafandra para verlos flotar y ser empujados por un aire que no existía

"Ya van unos pocos fugados esta semana....

Si es que no somos nadie"

dijo en voz alta, y tras unos momentos de reflexión continuó ayudando a su rebaño a no caer en la andadura precaria sobre uno de los infinitos segmentos trazados con regla, mientras bajo la hierba que pisaban sus pies corrían vehículos humeantes a toda velocidad.

domingo, 16 de octubre de 2011

Los perfopoetas salen a la calle

Los perfopoetas salen a la calle, no quieren seguir en silencio. Se han hartado de libros y cuadernos, de hojas en blanco y monitores brillantes. Los bolígrafos les estorban, los lápices se han roto, los teclados ya no sirven.
Sus casas les bloquean, los bares les dan miedo, no quieren seguir encerrados y se han vuelto claustrofóbicos.


Los perfopoetas salen a la calle, son un ejército amarillo y negro, quieren tu atención, quieren tus oídos, tienen algo que decirte, quieren recitarte lo que captan sus sentidos. Están como locos, no pueden parar, sus labios se mueven sin apenas pensar. Recitan a diestro a siniestro, como si no hubiese mañana, quieren regalarte su arte, sólo tienes que pararte y escucharles.

Los perfopoetas salen a la calle, y andan buscándote.

sábado, 15 de octubre de 2011

Un traje para Sevilla.

Los contribuyentes de "El yugo eléctrico de Alicia" se sienten satisfechos por su colaboración en el evento "Poesía Gratis", perteneciente al 4º Festival Internacional de Perfopoesía.





jueves, 13 de octubre de 2011

Como envasarte:

Desde la ausencia de un óptimo manifiesto aristócrata es común el refugio burbujeante.
                                                   
Combustión efímera del dormilón que sueña con persona.            

Snacks:

1.       Piérdase entre las curvas de un simple envase arrugado (Máxima importancia).

2.       Consuma dicha pérdida de contenido  inquietantemente menguante.

     3.       Pida cita entre la idiosincrasia, distribuida en la factura del supermercado caníbal.

     4.       Proemios de una interpretación sin ley e incredulidades de lienzo barato.

     5.       Alimente a mamá abducida. (Busque en la sala de estar).

     6.       Sueñe consigo mismo sin temores de hiena primeriza.

                                                                  
Está usted envasado al vacío.

domingo, 9 de octubre de 2011

jueves, 6 de octubre de 2011

La santificación de un líder.

Manifiesto:

1.La asertividad del dormilón contribuye a la adicción por las sobras.

2. Reluce el desparpajo del dormilón como una inestable presencia amodorrada.

3. Se reduce la contribución del dormilón a cuestionables movimientos de orgasmo fácil, carente en disculpas.

4. El corte lento sobre la cognición del dormilón se extiende a la interpretable información pública.

5. La inapreciable ayuda de la duda guarece al dormilón en la cúspide  de un sueño sometido a constatación.

6. La imagen sexual como sabor en la imagen de un dormilón con eyaculación precoz, a modo de resguardo caníbal.


Enema:

Seduce la jovialidad de la figura dormida,
arropada con besos sobre vidrio
e impecable entraña animal.
¡Maltrecha cómo forma de expresión finita!

Introducción: 

La carantoña en una frente aletargada no conduce al sueño, sino la rabia.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Excusatio non petita, accusatio manifesta.




¿Sabe que es su tarde de suerte? Por vez primera aparcamos a Viceversa27; el autor se dirige aguachado con el objeto de fortalecer la relación insana blog-bloggero lector.

Empero, advertir: si usted, sufrido lector, forma parte del cortejo-paniguado de embaucadores a imagen y semejanza del tópico Artur Mas (sí, además de Presidente de la Generalidad de Cataluña, dedica buena parte de su esfuerzo a cositas tan modélicas como ejercer de lingüista xenófobo o moralizar a la ciudadanía desde la caspa más rancia) no se moleste ni en otear este texto; pues, qué energía desperdiciada la lectura del español (o castellano o hispano o aquella lengua neutra hereje parida del latín en la Iberia o….).

Ahora, salvado todo malentendido y disuadido el plomizo, paso a comunicaros las intenciones del humilde/servil chavea a tres meses vista:

1º Orgulloso de participar en este vuestro blog (lo que un dedo meñique cooperó a la construcción magnánima de LOS PILARES DE LA TIERRA) anuncio (una estupidez de sobra conocida para el MIEMBRO FUNDADOR Hombre Satélite) que desde el presente “sine die” desenvolveré mi exorbitante talento a misiones trepidantes para regocijo del vulgo-bloggero…. ¡Oh, no se levanten tan rápido a pegar saltos de dicha desinhibida; tranquis-tronquis, tacita a tacita os haremos llegar tan estimulantes novedades!

2º Debo (y me debo) la entrada temática de este septiembre pasado. Fechada para el 28 ó el 30 (según acordamos el MIEMBRO FUNDADOR y un servidor). ¿Qué pasó? Ni la olvidé ni no la supe hacer. Sólo se retrasó su entrega (para lagrimeo del personal) por una mal/curada gripe, obligaciones recreativas y devociones lujuriosas que no vienen a cuento y mucho menos interesarán al twittero de turno.

3º Dos ruegos:

a. ¡Bestia Pop, para cuándo! Desde el centro de La Piel de Toro te añoro, campeón.
b.-but not less important to us all- correligionarios del CADALSO…Echarnos una miajita.

4º ¡Qué fácil sale encanar a un rapero! Fuerzas del orden, seguid haciendo amigos.
5º Víctimas de la LOGSE (todos nosotros) no os olvido.
6º Un beso con lengua al Comandante Spock.
7ºAlegren esa cara y apuren el buen tiempo otoñal.
8ºDuquesa de Alba, buena suerte.

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JUKEBOX 5-10-11

Pa`que baile Artur Mas (querido, todo lo puedes –ah, tal vez necesites subtítulos o a un traductor filósofo catarí), otra novedad. Por fin, llega el español (o castellano o hispano o aquella lengua neutra hereje parida del latín en la Iberia o….) a las listas de éxito (ni Juan de Pablos pincha tan bien) de este vuestro blog:

1) Una noche de amor desesperada (Triana).
2) Bulerías de El Torta de Jerez.
3) La hija del fletero (Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota).

martes, 4 de octubre de 2011

FiFí


El tedio inoportuno de un reloj que tintinea
desata la perspicacia en el delirio.
Aquella que horada la superficie univitelina
por no implantar la soga.

Lo llamé amor y me entregué rendido,
a un traje de pellejo que me exhalaba,
en la desigualdad de la lucha irrazonable
e improcedente cambio de barajas.

La llamé amor como intento
de bagaje animal.
Y me imitó.
Y me mordió.


Clavándome sus fauces en mi espalda.




lunes, 3 de octubre de 2011

Mi ciudadela. Mi libertadora.

Para viajar compraste un caballo.
Yo al nacer ya traía botas
en lugar de zapatos.

Uno alimenta a su corcel.
El otro sueña a granel.

¿Qué importa ya galopar?
Pues tengo buen establo.
Al soñar y al vivir, tablas dan.

Pero es un naufragio:
un barco hecho de barro.

Mia es la senda, la vereda,
la vía así como mi vida
y mi larga espera

que la cubro de llanto
pero también de mantos.

Es mi taza de té "Primavera"
mi corazón encadenado:
tu ignorancia serena

en tu quemado desierto
mente de gañan tuerto.

Melanomas


La luz de la mañana me devuelve el golpe
hace que el sueño me vomite intacta
me reporta con resguardo
de haber pasado la noche fuera

Amanezco
con todas mis esporas rodeándome
unas encima de otras
expectantes
Mientras la nueva forma de vida se abre paso,
ellas hacen hueco y sonríen:
ya no están solas.
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